Al abogado Alberto Ángel Fernández, el porteño, al CPN Omar Ángel Perotti, el rafaelino, y al abogado Pablo Lautaro Javkin, el rosarigasino, muchos creen que los salva la peste. La pandemia es pésima, no salva a nadie y complica mucho.
Alberto Ángel Fernández, Omar Ángel Perotti, Pablo Lautaro Javkin. Muchos creen que los salva la peste. La pandemia es pésima, no salva a nadie y complica mucho.
Al abogado Alberto Ángel Fernández, el porteño, al CPN Omar Ángel Perotti, el rafaelino, y al abogado Pablo Lautaro Javkin, el rosarigasino, muchos creen que los salva la peste. La pandemia es pésima, no salva a nadie y complica mucho.
Algunos colegas no entienden como unidad lo que pasa en el país, la provincia y el sur santafesino; no es nuestro caso ya que, por el contrario, miramos Argentina como un relato común por una elemental suposición: economía, salud, seguridad son unitarias y más aún: la seguridad (narcotráfico y narcoeconomía) es un problema nacional que tiene territorio liberado en Rosario; salud es un problema nacional con dengue, sarampión, agrotóxicos que inciden sobre el sur santafesino, y la economía nacional, más las deudas de nación con provincia, no hacen nada más que juntarse con los problemas de retenciones, excepciones, puertos y exportación de granos que llevan a la conclusión: Rosario, la provincia y la nación tosen y estornudan en común y tienen el mismo resfrío. Considerarlos enfermedades diferentes es solo vagancia y mal diagnóstico. Tal vez ceguera.
Puede suceder, en realidad sucede, que no tengan el mismo comportamiento el presidente, el gobernador y el intendente y por allí debe encontrarse el presente y el posible futuro (siempre tan inesperado) en la política nacional.
OFICIALISMO Y OPOSICIÓN
No están claros los roles, como si fuese una obra de teatro mal escrita. En la Nación el peronismo ampliado es gobierno, pero sus diferencias no tienen salvación, son insalvables. El rol de la justicia y la lectura del pasado es un punto que divide. La venganza como futuro otro elemento en discrepancia y, básicamente, la definición cercana al viejo marxismo y la lucha de clases de algunos dirigentes enfrentados con el concepto de libertad, Constitución Nacional y mercado, que guía a otros, es donde sigue siendo tan claramente visible la diferencia. Cuidado con eso.
Enfrente una masa informe en la que conviven diversos modos de la economía de mercado, con puntales de la socialdemocracia europea y el amigable y querido oportunismo que guía a radicales sueltos y liberales distraídos. Más cuidado con eso.
La posibilidad de un partido único, que tanto atrasaría, depende de esa galaxia en nebulosa del partido de Alem, Irigoyen, Illia, Alfonsín y De La Rúa; todos presidentes radicales.
En la provincia la situación aparece con más contorsiones y quiebres de cintura.
En Rosario también. Quién y de qué modo es oposición en ambos sitios. Y quién oficialismo, claro está.
NO ES CONFUCIO, ES CONFUSIÓN
En la pedana se encuentran varios esgrimistas. El Gobernador Perotti, un piamontés genético, cuidadoso del centavo en extremo, ejecutando un presupuesto escrito por un gobernador que se iba, pero que se quedaba como Jefe Opositor en la Cámara de Diputados de la provincia, Roberto Miguel Lifschitz, que desde el 17 de junio de 2019 sabía dónde estaba parado y dónde iba a sentarse en el período siguiente.
Tengo para mi que la falta de plata, las manos atadas que fabricó ese presupuesto indecoroso (el decoro hubiese sido permitir que lo redactase quien gobernaría, esto es: lo ejecutaría) no le cayó tan mal a un Gobernador que quiere cuidar la caja y contar todas las monedas antes de soltarlas. Después de “los idus de marzo” se verá. Si fue bueno o fue malo tener las manos atadas delante de la chequera del Estado.
El gordo Confucio, que muere 479 años antes del nacimiento de Cristo, decía: “nuestra mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos toda vez que caemos”. Lifschitz tiene esa tarea. Es la máxima autoridad con poder real que tiene el socialismo. Si no logra unificar criterios no serán la cabeza de las listas que vienen y sin eso chau poder. Fin del sueño. La casa / fundación en Barrio Pichincha es a esos fines: recuperar los sueños.
A Perotti le viene bien un solo líder opositor y sin territorio. Diferente sería la situación si la Jefatura la consigue Pablo Lautaro Javkin, que sí tiene territorio: Región Rosario. El episodio del ECOM, aún sin resolver, es una muestra del tema (ECOM, “cordinariola” la zona Metropolitana, 25 intendencias y comunas, aún a la deriva).
También hay otro mapa si el liderazgo queda en manos de los Senadores Radicales, conversadores nocturnos sobre todas las cuestiones provinciales.
Un solo líder opositor facilita cuestiones al oficialismo y genera tensiones en esa oposición porque, quien esto escribe tiene la veteranía necesaria para argumentar: se están jugando las candidaturas del 2021 y la gobernación del 2023, no embromen más con la inocencia.
Donde se vuelve confuso el tema es en este punto. Legisladores nacionales del PRO Cambiemos que conversan con radicales provinciales y son opositores a la deriva. Legisladores nacionales del peronismo ampliado que no tienen teléfono directo con el Gobernador Perotti. Legisladores nacionales progresistas que no tiene visibilidad ni paraguas, como Contigiani y “Enriquito” Estévez y no dependen de Lifschitz y mucho menos del jefe virtual, Antonio Bonfatti. Cuando hablamos de legisladores nacionales se trata de los 18 Diputados nacionales más Reuteman, Sacnun, Mirabella. Ejem. Elecciones en el 2021. Holaaaa. Teléfono...
RASCANDO LA OLLA
El tema del dinero preocupa a la nación; no podemos pagar lo que dejó CFK con el PBI en zona de riesgo, más lo que aumentó “El Mauri” llevándonos al alerta rojo, dejándonos en manos de los panfletos neomarxistas y la realidad escamoteada: no hay un peso y empezamos a matar a las gallinas que ponen huevos en dólares reales (producción agropecuaria).
El Alberto Fernández, el porteño, entre que dice que sí y dice que no termina en “ni” y siguen los planes y los impuestazos. Difícil el almanaque. No hay coronavirus en los saldos negativos y la chequera en rojo. Hay futuro magro o mejor: magro no, negro sí.
¿Qué le puede pedir Perotti a la nación? Dinero en la certeza que va a conseguir poco. No hay virósica que justifique o arregle cuentas desarregladas en el monedero.
¿Qué le puede pedir Javkin a Perotti? Dinero en la certeza que no habrá nada mas allá de la ley. El desastre socialista en Rosario (la señora Mónica Fein ha sido calamitosa como administradora) tiene magnitudes endémicas. Siempre estaba en rojo y siempre pateaban la deuda, la enfermedad (la peste) para delante. La deuda es grande, la recaudación mínima. Rosario no tenía salvación si no confesaban la verdad. La confesaron. Estamos fundidos por las administraciones anteriores, la refinanciación de las deudas es, en rigor, una licuación de pasivos y el intendente dice no es mi culpa, tengo intenciones de pagar. Parece tan argentino todo...
El enojo de Lifschitz con Javkin deviene de una certeza: está contando (poco para la dimensión) el desastre socialista. Lifschitz es la cabeza opositora desde muy temprano, allá por junio del 2019. Debe cuidar su rol. Él es socialista. No quiere ser culpable.
El silencio de Bonfatti es meritorio. Poco y nada que ofrecer.
El movimiento del Senador Lewandovsky es más meritorio. Comienza a recorrer caminos que ningún peronista había recorrido hace más de 15 años. El departamento Rosario. Si aparece una foto con Javkin a la ciudad capital le cabe un soponcio y un “isopado” para diagnosticar el problema. Ya la foto Javkin y Jatón fabricó varias toses.
Reflexión final, anécdota cuasi / cuasi trágica. El coronavirus acalló a Marcelo Sain, una voz con toda la cola desplegada. También a Esteban Borgonovo, que quiso empezar a hablar justo en estos días; la peste está quitando paritarias, inflación, desocupación y desolación aún de los diarios opositores pero: un camión frigorífico con medias reses tropezó en la Avenida de Circunvalación. Policía y Gendarmería, a cartucho limpio, tuvieron que cuidar la puerta del acoplado. Esa es otra peste, más dolorosa, clara, eterna. Hambre en el Gran Rosario.
Miramos Argentina como un relato común: economía, salud, seguridad son unitarias, y más aún: la seguridad (narcotráfico y narcoeconomía) es un problema nacional que tiene territorio liberado en Rosario; salud es un problema nacional con dengue, sarampión, agrotóxicos que inciden sobre el sur santafesino y la economía nacional.
El rol de la justicia y la lectura del pasado es un punto que divide. La venganza como futuro es otro elemento de discrepancia y, básicamente, la definición cercana al viejo marxismo y la lucha de clases de algunos dirigentes enfrentados con el concepto de libertad, Constitución Nacional y mercado.