Durante un violento asalto ocurrido en las calles de barrio Santa Rita, en la zona norte de la ciudad de Santa Fe, dos trabajadores resultaron heridos, aunque los delincuentes sólo dispararon una vez.
Repartidores de una empresa del norte de la ciudad fueron asaltados por violentos delincuentes. Los ladrones sólo se llevaron un bolso con ropa mojada.
Durante un violento asalto ocurrido en las calles de barrio Santa Rita, en la zona norte de la ciudad de Santa Fe, dos trabajadores resultaron heridos, aunque los delincuentes sólo dispararon una vez.
Todo sucedió en la noche del martes 17, en la cuadra de calle Florencio Fernández al 4900, donde se encuentra una distribuidora de azúcar.
Eran aproximadamente las 23.30 cuando el último de los camiones repartidores llegó al lugar. Había llovido mucho ese día y se le había dificultado al chofer circular por las calles embarradas. Tampoco había sido fácil descargar la mercadería en los distintos comercios.
El Mercedes Benz, con dos empleados a bordo, estacionó frente al ingreso a la planta. Sonó la bocina para que abran. Era el procedimiento habitual.
Pero cuando el portón se estaba levantando aparecieron en la escena dos delincuentes en moto. Ambos llevaban cascos. Uno de ellos, el de menor estatura, bajó y apuntó a los trabajadores con un arma de fuego.
El asaltante les pidió sus pertenencias, pero los hombres se resistieron. “Se ve que tuvieron mala información, porque sólo se llevaron un bolso con ropa mojada. Acá se manejan muy pocos pesos en efectivo. La mayor parte de las operaciones se realiza con valores, transferencias o depósitos bancarios.
Les pasaron mal la data o fue algo al voleo. Me inclino por esto último, porque era una noche terrible y no andaba nadie en la calle”, manifestó Luis Marelli, uno de los propietarios de la firma.
“Por la tormenta, llegaron tarde con el camión -agregó-. No es lo común. Nos avisaron para que les abramos, pero cuando estábamos en eso aparecieron estos tipos. Les pidieron plata y sus mochilas, pero no se las quisieron entregar, porque eran las de ellos. Entonces el que se había bajado de la moto les disparó un solo tiro. La bala le atravesó una pierna a uno de los muchachos, pegó en el cenicero del camión (lo rompió) y finalmente se incrustó en una de las piernas del acompañante. Escaparon sólo con un bolso lleno de ropa mojada”.
Luego del disparo, los malvivientes escaparon en la moto, negra y con llantas anaranjadas. “La policía y la ambulancia llegaron rápido, pero para esa altura nosotros ya estábamos en el hospital nuevo (Iturraspe), porque estamos cerca. Ahora los dos muchachos están con tratamiento y no pueden trabajar. Nos quedamos sin los dos choferes por un balazo”, se lamentó.
El lugar cuenta con cámaras de video para vigilancia, pero en el momento del ataque no estaban funcionando. “Se quemó la fuente por baja tensión. Creo que la EPE está tratando de resolver el problema ahora”, puntualizó.
En la escena quedó tirado en el piso el casco de uno de los ladrones, que lo perdió en el apuro durante el escape.
“Fue todo muy rápido. Yo no estaba, pero sí mi hija y un nieto que justo sacaba el auto para irse. Pudo terminar en una verdadera tragedia. Este tipo de hechos, los asaltos a mano armada, no son frecuentes por acá, pero sí es mucha la cantidad de arrebatos... el celular, la moto, la bici... es contínuo. Esto no tiene arreglo. Pienso que la seguridad es un comercio. Mientras no queden adentro los delincuentes, va a seguir todo así. Los meten en la cárcel, cobran un abogado y un juez... y los largan”, se quejó el comerciante.