“Las horas del día en el Gran Santo Domingo siempre están cargadas de bulla y mucho movimiento durante todo el año. Sin embargo, las restricciones que, a partir de ayer jueves —el Gobierno de República Dominicana las activa por 25 días— empezaron a ejecutarse en todo el país en un intento de evitar la propagación del coronavirus, han replegado a los residentes en la capital de la República Dominicana, quienes sólo respiran preocupación”, afirma el Diario Libre, acaso el medio de comunicación más importante de la capital de República Dominicana.
En ese país caribeño, que está ubicado en la zona central de las Antillas, está “varado” Alejandro Trionfini, que supo ser durante tres años —desde 2014 a 2017— el entrenador y coordinador general de todas las divisiones inferiores del Club Atlético Unión.
—¿Cuánto hace que te fuiste para allá?
—Hace poco más de dos años —desde febrero de 2018— vine a República Dominicana. Es un proyecto de un privado, Alexis Pion, un empresario fuerte de Santo Domingo, que tuvo la idea de armar un club de fútbol desde cero, con las exigencia de otras latitudes: cancha con césped sintético e iluminación de última generación; gimnasio; salas de rehabilitaciones; salones de video; tienda; cafetería y comedor; vestuarios, tribunas...todo de Primera. El objetivo es, para los que quieran otro nivel de estructuras, no tengan que irse a Europa o Estados Unidos.
—¿Cómo aparecés vos en Dominicana?
—Este proyecto necesitaba la pata deportiva como eje. Ahí entro yo, nos contacta un argentino que esta en fútbol y radicado aquí: Luis “Tata” Flores y eso culmina con el dueño de las instalaciones llegando a contratarme a Argentina a finales del 2017. La oferta era hacer un club, desde lo formativo, con filosofía de trabajo e idea de juego. Todo de cero, a mi modo y con mis convicciones. Obviamente que esto me sedujo.
—Como todo inicio lo imagino duro y complicado
—En marzo de 2018 se empezó con un solo jugador... así como suena... “Empezamos con 1”. Y un staff que ha ido cambiando en este tiempo, con una sola persona que sigue junto a mí desde ese primer día, que es Juan Pino (entrenador chileno), de mucho trabajo en categorías pequeñas.
—¿Cómo está hoy el proyecto?
—Hoy el club tiene 250 jugadores. Tiene todas sus categorías, incorporamos a las actividades a un grupo de preparadores físicos y kinesiólogos que desarrollan las evaluaciones, planes de fortalecimiento, prevención y estiramientos. Tenemos nutricionista con planes para jugadores, psicólogos (que fue una de las cosas que más nos costo acá) realizando charlas con los grupos. Además, incorporamos la rama femenina, con grupos de 13 a 17 años, con los varones competimos en Liga XS, que es la Liga juvenil mas importante del país. Estamos proyectando ya los primeros viajes con jugadores al exterior (iremos a Argentina y España a mediados de año), poseemos un programa de becas para jugadores que deseen estudiar en Estados Unidos y nuestras instalaciones se alquilan para las copas más prestigiosas del país.
—¿Cómo llevabas el exilio deportivo antes de la pandemia?
—El futuro dirá que depara, el hecho de que sea complicado el estar cerca de la familia es un inconveniente muy fuerte, ya sea por lo económico o por las actividades de cada uno. Yo tengo claro que no estaré mucho tiempo así, sin poder compartir mucho con ellos. Siempre, gracias a Dios, hay alternativas: mejorando algunas cosas se puede pensar en estar por un período largo y llegar a otros mercados.
—¿Y la vuelta al pago, Ale?
—En Argentina, si bien hoy lo veo como lejano, hubo el año pasado un par de acercamientos muy fuertes, pero las condiciones no eran lo que uno buscaba y aquí el trabajo aún no está realizado. He aprendido mucho y creo que he mejorado también en muchos aspectos: es lo más valioso que me pasa en este bendito y ya muy querido país.
—¿Como “pegó” allí el coronavirus?
—Cambió todo de golpe. En mi caso, mi esposa venía hace algunos días y cancelamos el vuelo a tiempo. Ustedes imaginen una capital turísitica del Caribe, como es Santo Domingo: cruceros con miles de turistas todos los días, bailes en las calles, tragos típicos, todo florecido. De repente, el caos total. Y ahora, lo que más me impacta es el silencio: pasamos del ruido total —a cada rato bocinazos de taxis, micros de turismo, coches de civiles— al silencio interminable. No se escucha nada.
—¿Cómo fue la reacción de la gente antes las medidas del Gobierno en Dominicana?
—Aquí los medios informan de 34 infectados y dos muertos: la llamada “cuarentena” es por 25 días. Quedaron algunos turistas varados en los cruceros pero ya los están sacando a sus países. Pero cuando explotó la noticia, fue un caos: reventaron los supermercados. Se peleaban por el papel higiénico, luego huevos, cebollas y limones. No me preguntes por qué, pero ese fue el órden del desabastecimiento en este país.
—En líneas generales, ¿cómo es el dominicano?
—Alegre, feliz, solidario. Ahora la gente está triste, en silencio, nadie ríe. Lo que no se perdió es la solidaridad: acá abajo hay una farmacia en el barrio y el dueño vino a casa a ofrecerme barbijos gratis y alcohol en gel. Lo mismo los médicos, se viven ofreciendo para asistir a la hora que sea.
—¿Qué se dice allí a nivel país del coronavirus?
—Acá la gente, de manera automática, le pone un “freno optimista” a la pandemia y dicen que esto no puede extenderse más allá del mes de mayo.
—Porque en ese mes explota el verano acá en el Caribe y esperan recibir a cientos de miles de turistas como todos los años. No hace falta explicar que este país, República Dominicana, vive del turismo.
“El mejor coordinador de la historia”
Alejandro Trionfini fue el coordinador general del fútbol formativo de Unión desde enero de 2014 a enero de 2017. Sobre el cierre de su trabajo se dio un dato estadístico que todos elogiaron: Unión puso en cancha 7 pibes titulares de inferiores, y 4 suplentes en Primera División. Pasó de ser un club comprador a ser un club formador/vendedor.
En diciembre de 2016 la AFA otorgó premio Fair Play a las divisiones inferiores de Unión. Además, fue el creador y organizador del Torneo Pre AFA que posibilita que las tres categorías anteriores a AFA disputen un torneo disminuyendo notablemente el impacto de pasar de AFA a Liga.
Durante la era Trionfini, Alejandro personalmente recorrió gran parte del país, llevando la bandera del club y estableciendo las relaciones que posibilitaron la llegada de jugadores, muchos de los cuales los trajo personalmente (caso Calderón, Tablada, Mariano Gómez), los amistosos frecuentes con Selecciones Juveniles y los elogios de referentes del fútbol nacional sobre el trabajo que se realizaba en inferiores.
En ese tiempo —2014 a 2017— el club realizó durante cada año de ese período jornadas de capacitación para entrenadores y personal del fútbol mostrando el “Modelo Unión”.
“Había un grupo integral que era parte del programa diario de cada categoría (se entrenaba cuatro horas por día cada división), con psicólogos, asistentes sociales, nutricionistas, médicos, dobles turnos posicionales y el programa de ejercicios preventivos, algo que disminuyó por ese entonces un 70 por ciento las lesiones en divisiones inferiores.
En esos años se fundó la biblioteca en la pensión del Club y se le dio prioridad al estudio para los jugadores: durante dos años ningún jugador de la pensión se llevó materias a rendir. Era parte del entrenamiento asistir a los partidos de Primera, se realizaban talleres sobre historia del Club; la relación era directa y frontal con el cuerpo técnico profesional.
Había nula relación de representantes o agentes con la Coordinación del Club y la lucha permanente era para que cada jugador pueda tener su lugar en el primer equipo.
Cuando se fue, en su Instagram personal, Emanuel Britez —capitán del plantel profesional de Unión en ese momento— escribió en fondo negro: “Dejamos ir al mejor Coordinador de la historia de Unión”.
Hoy, Ale Trionfini tiene el reconocimiento de la gente por lo que se hizo. Y de los jugadores que pasaron por él: los que están consagrados, los que están por serlo y los que no pudieron. Esto es, sin dudas, su trofeo más importante en Unión.
En la era Trionfini se dio el debut más joven de la historia con Nico Andereggen, apareció la revolución de la reserva como equipo de pibes entrenando a la par de Primera. Tres jugadores fueron a Selección Sub 15, Marcos Peano titular en el Mundial Sub 17 de Chile y Mauricio “Caramelo” Martínez a las olimpiadas. En esos tiempos, siempre se clasificaba a Zona Campeonato, donde entraban los primeros cuatro de cada zona.