Pandemia y millennials: ¿Hacia un "estado de virtualidad" casi total?

Hubo generaciones a las que le tocaron sobrevivir a la Gran Depresión del ‘30, a la Segunda Guerra Mundial, a la Guerra Fría, a la última dictadura en la Argentina; a la “hiper” y al estallido político-económico de 2001, por ejemplo. Y a las generaciones millennials (los más jóvenes, quienes nacieron a principios de los ‘80 hasta la mitad de los ‘90) y centennials (nacidos desde 1995 en adelante) les toca vivir una pandemia biológica global, sin precedentes en la historia universal.

Si bien los jóvenes que integran esas dos generaciones nuevas no están en la línea de riesgo (ya que el coronavirus afecta más a los adultos mayores, como demuestran las estadísticas de fallecidos por Covid-19 en el mundo), a aquéllos les toca lidiar con algo distinto y de lo que aún no se sabe todo. Entonces, ¿cómo puede afectar su forma de pensar, de relacionarse con otras personas, y cómo se vincularán con el trabajo y las tecnologías?

El abanico de interrogantes se abre, porque son las generaciones del presente y del futuro inmediato frente a algo que jamás se vivió. “Los millennials y centennials nacieron en ‘contextos de calma’, sin guerras ni gobiernos totalitarios. Creo que como episodio histórico, esta pandemia no marcará a los nuevos jóvenes, como sí afectó a generaciones antecesoras marcadas por un contexto bélico, por ejemplo. Pero sí impactará fuertemente en las modalidades de empleo, la educación, y en una nueva forma de relacionarse virtualmente”, le explica a El Litoral Martín Traverso, especialista en la temática, hoy radicado en Alemania (ver Quién es y su vida en Berlín).

“Pienso que sí habrá un cambio en lo que respecta a los cuidados de higiene, el lavado de manos, las normas de distanciamiento. Seguramente esto hará un click en ambas generaciones. Esto sí seguramente va a quedar impregnado en la estructura de pensamiento y comportamental de los más jóvenes. Antes, quizás había despreocupación (por normas de higiene básicas); ahora el virus cambiará esa conciencia”, reflexiona el consultor.

La relación física hacia el ser digital

—En medio de una cuarentena que se extiende en la mayoría de los países pandémicos, e incluyendo a la Argentina, ¿cómo afectará esta situación a millennials y centennials en la forma de relacionarse físicamente con otras personas?

—Millennials y centennials son casi una misma generación: nativos digitales. Pero hay diferencias. En cuanto a las relaciones sociales, ¿qué pasa? A los millennials, lo digital les llega en la adolescencia, lo adoptan y se vuelve una generación totalmente digital e irreversible. Pero a los centennials, las tecnologías les llegan de niños.

Los primeros son muy sociales a nivel físico: de salir con amigos, de hacer actividades al aire libre, etcétera, aunque también son sociales a nivel virtual. Y los centennials son sociales casi puramente on line, y para la socialización física tienen dificultades: les falta esa cuota del cara a cara que sí tiene el millennial.

Ahora, en este contexto de confinamiento, se va a intensificar exponencialmente la interacción digital (algo que ya los definía de antes de la pandemia), en ambas generaciones. Y más allá de que luego pase la pandemia, creo que esta forma de relacionamiento virtual se volverá más común en las redes sociales, principalmente.

El trabajo remoto

—¿Cómo cree que se reconfigurarán las relaciones laborales en ambas generaciones en el contexto del coronavirus?

—En las relaciones laborales, la mayoría de los millennials que trabajan aquí en Alemania en las empresas privadas están haciendo home office, meeting rooms (salas de reuniones virtuales), y participan de project management (dirección de proyectos on line), por ejemplo. No tienen problemas en implementar estas actividades on line, y aún más, lo disfrutan. La educación virtual también se va a intensificar.

Pero esto obligará, creo yo, a mecanismos óptimos de coordinación laboral. Y también habrá nuevos hábitos. Trabajar desde la casa implica para muchos improvisar una oficina, que puede estar en el living, en el comedor, en la habitación e incluso en la cocina. Y de repente, deben mudar esa oficina en casa, para desplegarla en otro ambiente doméstico. Montar y desmontar la oficina que está en la cocina para poder cocinar, a eso me refiero. También creo que se podría perder, con el home office, la noción de que no hay descanso ni recreo. No hay separación trabajo-vida privada. Esto implicaría desarrollar nuevos hábitos, que son psicológicos.

Con todo, las relaciones laborales se reconfiguran en torno a la realización de las tareas on line sean efectivas, y no tanto en el cumplimiento de horarios. Los millennials quieren tener más home office. Es una generación que está incorporando el teletrabajo, y está si se quiere reinventando la forma de trabajar.

Quién es y su vida en Berlín

Martín Traverso vivió muchos años en la ciudad de Santa Fe. Es consultor, escritor y contador público. Ofreció numerosas conferencias y workshops en el país. Escribió tres libros, el último sobre los millennials: “Re-Evolución Millennial”. Desde hace un año está radicado en Berlín.

Consultado sobre cómo se vive la pandemia en la capital alemana, narra Traverso: “Berlín tiene mucha vida al aire libre. La gente sale a caminar o a andar en bici, buscando el sol. Aquí la cuarentena es optativa, no obligatoria. La prohibición y las restricciones siempre caen mal entre los alemanes: ocurre que hay mucha sensibilidad luego de lo que pasó en la división del país (durante la Guerra Fría). El alemán valora mucho la libertad individual, pero a la vez tiene un profundo sentido a las normas”.

Clasificación generacional

Los “Baby Boomers” (nacidos entre 1945 y 1964) son los hijos de la post Segunda Guerra Mundial. La “Generación X” son los nacidos entre 1965 y 1981; la “Generación Y” o millennials nacieron entre 1982 y 1994, y la “Generación Z” o centennials, a partir de 1995 y hasta el presente. “Esas grandes cuatro generaciones representan más del 90% de la población”, dice Traverso. En las dos generaciones más “viejas”, hay muy poca relación con las tecnologías; en las dos más “nuevas”, la conectividad virtual es aquello que mejor las define.