“Se quiso dar a la fuga y los choferes no tienen descanso”, manifestó a El Litoral un agente de la CNRT. Se refería a al chofer de un micro con pasajeros repatriados que salieron desde Ezeiza con destino a distintos puntos del país, al que pretendía obligar a retroceder la unidad hacia la dársena de la Terminal de Colectivos de Santa Fe.
El conductor, en tanto, aseguró ofuscado: “Nosotros tenemos autorización de nuestro contratante, que es el Ministerio del Interior, donde dice origen y destino, ¿no saben que desde Ezeiza a Jujuy no llegás en doce horas?”. “Hacemos el servicio de los repatriados, que nadie lo quiere hacer porque tienen miedo a los contagios -prosiguió-; la empresa pone lo mejor de ella y pone a los conductores que queremos hacer patria para que puedan regresar a sus hogares, y demás es una de las pocas empresas que está poniendo la cara y el pecho a la situación”.
El conflicto, según indicó el chofer, se suscitó cuando los agentes de la CNRT presentes en la terminal santafesina los quisieron obligar a demorar la partida para tomar su descanso obligatorio. “Y pretendían que demos marcha atrás para volver al estacionamiento de la Terminal; es una negligencia del agente de la CNRT, ¿qué pasa si llegamos a tocar a alguna persona que viene caminando o algún auto estacionado?”, manifestó.
Sin embargo, los choferes cedieron ante el requerimiento de la autoridad y decidieron demorar la partida, lo que generó a su vez un conflicto con los pasajeros: “Yo vengo de Florianópolis y me avisó Cancillería que tenía un viaje hasta Buenos Aires y llegué a Ezeiza y a partir de ahí ha sido un periplo”, lamentó un hombre, visiblemente cansado.
A su turno, una mujer confesó a El Litoral que volvía desde Brasil hacia Mendoza y “ha sido toda una odisea”; “quienes teníamos que ser protegidos hasta llegar a casa porque teóricamente venimos de lo peor de la pandemia estamos donde nos ven, a expensas de las peleas entre la policía, la CNRT y todo lo demás”, reflexionó.
“Nosotros somos de Salta, somos cinco, estoy con mi mamá, mi hermano y dos amigos, fuimos a Miami, llegamos el 11 y tendríamos que haber vuelto el 25 de marzo”, explicó luego un muchacho. “Llegamos acá después de mil gestiones -continuó-, salimos el sábado 9 a la noche de Miami, llegamos a Ezeiza, nos metieron en un hotel, a la noche salimos, el Ministerio de Transporte hizo las planillas, aprobó todo y llegamos acá y el mismo Ministerio nos dice que el colectivo no está habilitado, que los choferes no pueden o no sé qué y nos tienen acá, sentados en el cordón”. “Nos van a tener por doce horas, que no sabemos si nos van a dar comida, nos dieron un sanguchito a cada uno anoche y en ningún lado nos reciben, no nos dejan bajar al baño, acá tuvimos que bajar porque vamos a esperar doce horas pero no sabemos cúando nos vamos, si nos vamos con los mismos choferes...la prepotencia de los choferes, de los inspectores, esto es un desastre”, concluyó.