Sin lugar a dudas que el último año del secundario es el más esperado por los estudiantes, ya sea por las celebraciones del “último primer día” (el famoso UPD); la semana del estudiante; la fiesta de egresados; y sobre todo por el viaje a Bariloche, un evento que se empieza a planificar un año y medio antes, sobre todo para empezar a pagarlo en varias cuotas, teniendo en cuenta que el precio por pasajero rondaba los $ 75.000 —tarifa congelada a agosto del 2019—.
Empero, este año el Covi-19 hizo que todos los paquetes turísticos sean reprogramados y los viajes de egresados no son la excepción. Según un comunicado de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt), los viajes estudiantiles “solo se podrán llevar a cabo gradualmente a partir de un tiempo lógico de entre 15 y 30 días posteriores al inicio de las clases presenciales, por lo que estaremos atentos a ese punto para trabajar las reprogramaciones de los viajes postergados en la actualidad”, expresa la misiva.
Ante estos plazos, que sirven para aclarar el panorama y despejar un poco el manto de incertidumbre entre padres y alumnos, se estima que los primeros viajes de egresados sean a partir de mediados de septiembre, ya que se estudia la posibilidad del reinicio del ciclo lectivo para agosto (de manera escalonada, según lo que analiza el Ministerio de Educación de la Nación).
“Se prevé un posible reinicio de los viajes de egresados a partir del 15 de septiembre”, indicó Michael Casavilla, apoderado de una de las empresas de viajes que más jóvenes llevan a Bariloche, en diálogo con El Litoral, y agregó: “Normalmente arrancamos a viajar a fines de junio, principios de julio. Esta temporada arrancaríamos con un retraso de dos meses. Lógicamente cuando lleguemos al 1° de septiembre iremos viendo cómo están las condiciones de salud y si se puede viajar seguiremos adelante con la reprogramación”.
El apoderado de la empresa comentó que para este año tenían reserva de 50 mil chicos (alrededor de 4 mil de la provincia de Santa Fe) para viajar este 2020. “La realidad es que estamos evaluando dos escenarios: por un lado el corrimiento natural de fechas, es decir que se extendería la temporada dos meses; o por el otro lado corrimiento de fechas y aumento de la capacidad hotelera, que te permite correr menos las fechas”, estimó Casavilla.
Acondicionar el viaje frente a la pandemia
Otro de los puntos que detalla el comunicado de Faevyt es que entre los requisitos para avanzar con las reprogramaciones son: obtener la aprobación del Ministerio de Salud para que los contingentes puedan trasladarse y contar con los protocolos necesarios para resguardar la seguridad de todos los pasajeros (en destinos, hoteles, transportes, excursiones y salidas nocturnas).
En este sentido, trasladarse hacia Bariloche, Villa Carlos Paz o Porto Seguro en Brasil (destino que se puso “de moda” en los últimos años) será otra de las cuestiones a analizar, debido a que viajar en avión y en colectivo de larga distancia contemplará una serie de protocolos a cumplir. “En nuestro caso trasladamos a los pasajeros en avión y para septiembre los vuelos ya van a tener su protocolo y estará instaurado por el Ministerio de Transporte y el de Salud, que va a ser inherente a los aviones y colectivos. Obviamente vamos a respetar esos protocolos que impongan y los que nosotros como empresa establecemos”, resaltó Casavilla.
¿Qué pasa con los boliches y excursiones?
Los locales nocturnos de Bariloche son reconocidos a nivel nacional e incluso valorados por turistas extranjeros. Para Casavilla, “los boliches de Bariloche, dentro de lo que es la industria de las discotecas, están muy preparados y hace años están acondicionados para trabajar con egresados. De hecho están categorizados bajo normas ISO, es decir que cumplen con normas de calidad estandarizadas”.
En cuanto a las excursiones, el empresario analizó que “muchas de por sí ya tienen una distancia social por el tipo de excursión y otras que se tendrán que hacer respecto a los protocolos que nos marquen, como el uso de tapabocas y el distanciamiento, lo que sea necesario para volver a prestar el servicio”.
El antecedente de la gripe A
En el 2009, la pandemia de la gripe A (H1N1) también puso contra las cuerdas a los operadores turísticos y obligó a reprogramar viajes de egresados. “Tuvimos que reprogramar para un mes después los viajes. A partir de ahí empezamos con el uso metódico del alcohol en gel, consultorio médico en todos los hoteles con médicos las 24 horas. Son medidas que las fuimos incorporando y quedaron establecidas en el tiempo, es decir que las vamos a seguir usando, más las que nos impongan y las que nosotros consideremos que puedan sumar”, aseguró Casavilla.
“Normalmente arrancamos a viajar a fines de junio, principios de julio. Esta temporada arrancaríamos con un retraso de dos meses”.