Guillén es recordado por haber sido uno de los galanes de los noventa, protagonista de decenas de novelas como "Perla Negra", "Mía solo mía", "Dulce Ana", "Los ángeles no lloran" y "Muñeca Brava". "Hay un ninguneo a los galanes. Lo primero que se ve es lo físico, pero después está la habilidad de salirse de ese lugar. Yo tuve suerte porque mis personajes me dieron la posibilidad de mostrarme más como actor que como galán", expresó en una entrevista en "Incorrectas" el año pasado.