En el abanico de nombres, parece ser que algunos empiezan a tallar con un poco más de fuerza que otros. Unión es el único club de Primera que se quedó sin entrenador —Javier Sanguinetti ya fue confirmado como DT de Banfield con Julio Falcioni de manager— y el presidente Spahn dijo públicamente que junio es el mes de la definición. Y junio recién empieza. Si bien la decisión no se daría ni hoy ni mañana, algunos creen que la semana que viene podría haber “humo blanco”.
¿Cómo se están manejando?, con Martín Zuccarelli manteniendo charlas con las distintas opciones que se van presentando. Con algunos lo hizo en forma personal (caso Bruno Marioni o Néstor Gorosito, por nombrar dos ejemplos) y con otros lo hizo a través de sus representantes (un caso es el de Silvio Rudman).
No hay nadie que se descarte, ni siquiera Claudio Vivas, que tiene contrato vigente con el Bolívar de La Paz y chances naturales de continuar dirigiendo en aquél país. Por allí, algunas opciones empiezan a tener menos posibilidades. Por ejemplo, la de Germán Burgos (no se tomó ningún tipo de contacto con él todavía), quien está trabajando nada menos que en Atlético de Madrid, con el Cholo Simeone, aunque con ganas de empezar a transitar el camino de la conducción técnica alejándose de su amigo.
Hay otros casos de entrenadores que fueron ofrecidos y con los que todavía no se habló. Por ejemplo, uno de ellos es Javier Torrente, hoy dirigiendo en el fútbol chileno, quien tiene un largo paso como colaborador de Marcelo Bielsa, inclusive en la selección nacional. En su trayecto como entrenador figuras, entre otros, Cerro Porteño, Nacional y Libertad de Paraguay, Newell’s, Once Caldas de Colombia, Cobreola de Chile y León de México, consiguiendo algunos títulos. Dicen que tiene deseos de dirigir en la Argentina.
En cuanto a Walter Coyette, es otro entrenador que sigue figurando en la lista y con chances, como tampoco se puede descartar a Eduardo Magnín, naturalmente, por ser un entrenador que surge como una alternativa distinta: alguien “de la casa”, conocedor del club y de los jugadores, como para intentar una receta distinta aunque todavía no hay claridad respecto de lo que se viene en el fútbol argentino
Otro nombre que surgió es el de Rubén Romano, el argentino que desarrolló buena parte de su carrera en el fútbol mexicano. Las referencias han sido buenas, pero no hubo un contacto directo con él hasta el momento. Como tampoco hubo una charla directa de Zuccarelli con Silvio Rudman, aunque, como se expresa más arriba, el contacto existió con su representante.
Se dice que tanto Bruno Marioni como Pipo Gorosito causaron buena impresión. En el caso de Marioni, se hicieron averiguaciones de su cuerpo técnico —hoy considerado clave para cualquier entrenador y seguramente a partir de la excelente incidencia que tiene Mariano Lisanti en el de Madelón— y de su manera de trabajar. Lo propio con Gorosito, un técnico de sobrada experiencia, con 18 años de trabajo como entrenador y, en ese aspecto, del “target” de Madelón (son contemporáneos).
“No les preguntes el perfil, porque después pueden quedar ‘preso’ de lo que dicen. Marioni es de una edad distinta a Gorosito. No se busca un técnico joven o un técnico de experiencia. Se busca a alguien que convenza y que tenga un estilo adaptado al plantel que hay y a los fundamentos de juego que tuvo durante toda la época de Madelón”, se encargó de aclararle una fuente cercana a la dirigencia a El Litoral.
Conclusión: no hay alguien que descolle, que deslumbre o que llene. Lo era Rondina en su momento, pero la decisión de quedarse en Arsenal hizo que empiecen a barajarse otros nombres. Si alguna vez Zuccarelli dijo que se habían ofrecido cerca de 50, hoy hay que hablar de 80. La decisión de Rondina, que parecía un “número puesto” en su momento, hizo que otra vez se agiten las aguas y aparezcan nuevas posibilidades.