Cada jornada que pasa, el Bayern Múnich da un nuevo paso hacia su octavo título consecutivo en la Bundesliga. La Fecha 30 se presentaba para una prueba de fuego para los vigentes campeones porque visitaban al Bayer Leverkusen de Peter Bosz, su gran verdugo en la liga alemana, pero se impusieron por 4-2 y lograron superar un difícil escollo para conseguir un nuevo trofeo.
Todo comenzó a pura intensidad, con el Leverkusen apelando un poco menos a su habitual juego asociado y siendo más directos, pero con la misma vehemencia en la presión para recuperar el balón lo más alto posible, en campo rival. Solo 9 minutos tardaron “Los Obreros” en abrir el marcador y el encargado fue el argentino Lucas Alario, primera vez titular desde que se reanudó el torneo, quien corrió al espacio y definió de manera magistral cara a cara con Manuel Neuer, el mismo arquero de Alemania en el Mundial de Brasil, protagonista de aquella acción ante Higuaín y del mano a mano con Rodrigo Palacio, que el delantero argentino definió por arriba, ante su salida, en lugar de hacerlo por abajo, como Alario este sábado.
Pero el empate del Bayern llegó en el minuto 27, en los pies del francés Kingsley Coman. Y a partir de allí el elenco bávaro demostró que le sobran recursos. Así logró imponerse con jerarquía y liquidar el pleito con goles de Leon Goretzka, Gnabry y Robert Lewandowski.
En el partido de este sábado no ingresó Exequiel Palacios, que fue suplente en el Leverkusen.
En sus 17 partidos oficiales de este año, el Bayer Leverkusen ha cosechado nada más y nada menos que 14 victorias (dos derrotas y un empate), siendo uno de los equipos más sólidos de Alemania. Por su parte, el Bayern Munich ha logrado afianzarse en lo más alto de la tabla de posiciones, donde le saca una ventaja de siete puntos la Borussia Dortmund.