—¿Qué es lo más difícil que le tocó afrontar?
El intendente reflexionó sobre los primeros seis meses del gobierno que encabeza. Sus respuestas a 4 preguntas que le hizo El Litoral, con anuncios. Uno de ellos: piensa en implementar un sistema de movilidad multimodal. Preocupación por la caída de la recaudación.
—¿Qué es lo más difícil que le tocó afrontar?
—Nos encontramos con una ciudad abandonada y, en ese contexto, hubo varios hechos complejos. Lo primero que encontramos fue un Estado con un endeudamiento fuertísimo; calles en pésimo estado; un sistema de recolección de residuos en crisis absoluta, con un nivel de deuda del municipio con las empresas muy alto y sin cobertura en muchísimas zonas de la ciudad; una estructura de funcionamiento en muy mal estado, con edificios en malas condiciones, el parque automotor dañado, herramientas fuera de estado y sin mantenimiento, entre otras cosas.
En esa situación afrontamos dos hechos críticos. El primero, las lluvias récord a 48hs de haber asumido, a la que hicimos frente sin un sistema de monitoreo en funcionamiento, con falta de mantenimiento de los reservorios y bombas pero, además, con un protocolo que no fue trabajado con la comunidad.
El otro, la situación del Covid que ha puesto en vilo a la comunidad internacional y, lógicamente, tiene muchísimas implicancias sociales y económicas para nuestra ciudad.
—¿Cuál considera como el mayor logro de este medio año de gestión?
—Seguir estando cerca de la gente. Y esto es una forma de trabajo que ratificamos durante la pandemia: construir colectivamente las decisiones con la comunidad. Quizás no siempre estemos de acuerdo con todos los sectores, pero siempre trabajamos con la convicción de que el diálogo sincero es la mejor herramienta. Ejemplo de este trabajo es que estamos trabajando con 16 redes interinstitucionales barriales que están funcionando como ámbitos de planificación para mejorar los barrios; que creamos una Mesa de Diálogo con las organizaciones sociales que nos permite debatir el presente y el futuro de la ciudad; y que, en breve, se pondrá en marcha la obra del desagüe Espora, que es la consecuencia de muchísimo esfuerzo y diálogo con la Nación, con las empresas y los vecinos.
Además, en el marco de la emergencia por coronavirus, creamos y sostuvimos mesas de articulación y construcción colectiva con todos los representantes de los sectores de la construcción, del comercio, de la gastronomía, la industria, los colegios profesionales, las inmobiliarias, los jardines de infantes, los gimnasios, los clubes y los supermercadistas, entre otros. Eso no significa que siempre hubo buenas noticias, acuerdos o coincidencias, pero sí jerarquizamos la sinceridad, la cercanía y la transparencia como método.
La cercanía, la franqueza y el trabajo todo el día y todos los días son la esencia de esta gestión y no la vamos a perder.
—¿Cuáles son los desafíos que tiene esta ciudad y por los que trabajará?
—Son muchos pero, para este 2020, queremos, primero, construir un nuevo sistema de gestión urbana que mejore los servicios básicos que los santafesinos necesitamos, porque son un derecho de cada vecino y vecina.
Estamos trabajando para mejorar la infraestructura de algunos barrios particularmente relegados, construyendo espacios públicos de calidad y un sistema de desagües terciarios que favorezcan el escurrimiento pluvial en zonas de históricos anegamientos. Vamos a poner en marcha obras emblemáticas como el desagüe de Espora y la urbanización de calle Menchaca (Camino Viejo a Esperanza).
Tenemos que asumir que el Covid-19 dejará una nueva ciudad y eso pone otra meta de múltiples aristas:
- Un sistema de movilidad que sí o sí deberá ser multimodal.
- Un nuevo tiempo para el empleo, la producción y la comercialización: cambiarán la costumbres y, por lo tanto, tenemos que adaptar nuestro sistema productivo, que piense en una nueva clave de cuidado.
- Una nueva forma de los vínculos y la convivencia: haremos una enorme apuesta por la cultura. Estamos convencidos de que es la herramienta fundamental para favorecer nuevos formas de convivencia.
—¿Le preocupa la situación financiera del Municipio?
—Sí, claro que me preocupa. No sólo es financiera, es económica también. A la gran deuda heredada se le sumó la crisis económica de la pandemia que ha implicado una baja en la recaudación propia y de coparticipación nacional y provincial. Lógicamente esto ha complicado nuestros planes de trabajo.
Pero estamos redoblando los esfuerzos para conseguir fondos, haciendo todas las gestiones a nuestro alcance ante los gobiernos provincial y nacional y, lógicamente, orientando esfuerzos a la cooperación internacional.