Por estas horas la justicia trata de dar con los autores de una seguidilla de actos mafiosos, los que dejaron tras de sí una mujer herida de bala, un auto incendiado y -lo que es peor- ningún detenido.
Días atrás balearon a una mujer que estaba en el interior de un auto. El viernes, ese mismo vehículo, fue incendiado frente a la subcomisaría 2da.
Por estas horas la justicia trata de dar con los autores de una seguidilla de actos mafiosos, los que dejaron tras de sí una mujer herida de bala, un auto incendiado y -lo que es peor- ningún detenido.
La secuencia se inició durante la madrugada del primer día de junio. En aquella jornada Oriana R. de 23 años, se encontraba junto a dos amigos (Brian y David) en el interior de un Chevrotet Astra, azul oscuro, con vidrios polarizados, en la zona de Padre Quiroga y La Rioja.
Fue entonces cuando aparecieron en escena varios sujetos los que, sin mayores trámites, iniciaron un ataque a tiros contra los mencionados. En dicha circunstancia la mujer resultó alcanzada por uno de los balazos que la impactó a la altura del tórax.
Consumada la balacera sus autores se dieron a la fuga. Mientras, la joven fue trasladada hasta el hospital José M. Cullen donde, tras la atención de los profesionales, quedó internada en observación.
Persecución
Pero el cuadro del auto tiroteado fue la última escena de una secuencia que había comenzado un rato antes.
Según se supo aquella noche en la zona de Villa Oculta (del lado del zanjón) agentes del Comando Radioeléctrico chequeaban a los ocupantes de un rodado, cuando observaron un auto de color oscuro que pasó a gran velocidad por Salvador Caputto hacia el cardinal este.
Ante tal situación los uniformados iniciaron una persecución que culminó en Tucumán y Lamadrid donde fue hallado el Chevrolet Astra, dominio HSA 508, el que estaba estacionado y sin nadie a bordo.
La novedad fue comunicada a la autoridad judicial (Dra Gioria) que dispuso el secuestro del vehículo, el que fue llevado a la subcomisaría 2da. por cuestiones de jurisdicción. La funcionaria del MPA también había ordenado que se comisione a los peritos ya que dicho automóvil estaría involucrado en un hecho de abuso de armas.
Frente a la seccional
Sin embargo 18 días después de la balacera, y ya con el coche en la dependencia policial, un nuevo capítulo violento iba a jugarse.
Esto fue durante la madrugada del último viernes cuando autores ignorados llegaron hasta la puerta de la seccional e incendiaron el vehículo.
El siniestro se consumó delante de las narices de los policías que nada pudieron hacer para evitar la destrucción total del rodado.