A mediados del año pasado, vecinos del barrio Adelina Este de Santo Tomé formaron el grupo Unidos, en función de un objetivo o causa en común: unificar los reclamos por mejoras y arreglos al municipio local. Así fue como decidieron unirse, tras observar que cada uno de ellos reclamaba en forma individual y hasta por distintos medios (ya sea con notas, por teléfono o personalmente), sin llegar a conocer, en muchos casos, qué camino seguía cada pedido.
Como ellos mismos lo explican a través de un comunicado, lo que consiguieron como grupo fue “unificar y orientar mejor” sus requerimientos, porque, “al poder involucrar a más vecinos, la repercusión es otra y los pedidos cobran mayor fuerza”. Los reclamos en general son por mejoras que entienden como lógicas y básicas. El lugar, señalan, “es una zona que está siendo habitada cada vez con más familias, lo que aumenta también las demandas”, que de por sí “se suman a las que ya se vienen haciendo desde hace años”.
Los miembros de Unidos citan, además, la falta de luminarias en un amplio sector del barrio, que es parte de una zona realmente milenaria, cuyo territorio reguarda lo que históricamente se conoció como Las Cuatro Bocas o Los Cuarteles. Aquí se encuentran, por ejemplo, el Yacimiento Arqueológico Río Salado-Coronda II y el Museo Arqueológico de Santo Tomé.
“Son aproximadamente treinta cuadras sin iluminación”, aclaran al respecto, lo que implica un peligro constante para los habitantes de esas calles, quienes deben caminar por las mismas, dado que el transporte de pasajeros no ingresa a una gran parte del barrio. “Entre nuestros pedidos está el relacionado a la recuperación de las luminarias existentes, tarea que en parte fue realizada por el municipio, aunque todavía están fuera de servicio nueve luces, por lo que continuamos pidiendo su puesta en funcionamiento”, añaden.
Frustraciones y necesidades
Respecto a las calles, los vecinos de Adelina Este están pidiendo su mantenimiento, nivelación y “la necesaria colocación de ripiado”, de manera tal que se les permita una mejor transitabilidad y pueda asegurarse, en caso de ser necesario, el ingreso de móviles policiales y ambulancias. “Contamos con una calle como San Juan, que llegó a inundarse, por la falta de nivelación y de un sistema que permita el drenaje de agua de lluvia; el agua inclusive ingresó en algunas viviendas”, añaden.
Este último problema derivó, por ejemplo, en que el inconveniente se traslade a las calles Ulibarrie y Tomas Lubary, que quedaron a su vez intransitables por varios días. “Hemos tenido charlas con funcionarios municipales y logramos un diálogo, que es el camino que elegimos, donde podemos exponer el malestar de los vecinos y también propuestas que nacen de ellos, pero es necesario ver soluciones reales y de profundidad, que no sean parches de poca vida útil, que terminan en nuevos pedidos, un nuevo malestar y problemas para circular”, acotan.
Algunos de los vecinos se sienten con cierta frustración, dicen, “por haber repetido durante años los reclamos, sin lograr mejoras. “Son muchas las gestiones municipales que se han visto pasar”, aclaran. Por eso surgió Unidos, añaden, “con pedidos que no solo deben ser atendidos sino solucionados”, porque “las familias que lo integran propusieron hacer visible las necesidades de mejora”.
Para finalizar, Unidos manifiesta que puede haber “dos finales posibles para esta situación”. Por un lado, que se puedan “proyectar soluciones que sirvan para seguir creciendo y que permitan pasar a nuevos pedidos, no a repetir los mismos en forma infinita”. O bien, “que no se atienda el reclamo, derivando ello en una nueva frustración para los vecinos”.