El Gran dominador de la Bundesliga y uno de los eternos aspirantes se enfrentarán este sábado cuando el Bayern Munich y el Bayer Leverkusen se midan en la final de la Copa Alemana.
El reciente campeón por octava vez consecutiva de la Bundesliga es el obvio candidato a quedarse con el trofeo, aunque el Leverkusen del “Pipa” tiene la ansiedad de terminar con una racha de 27 años sin coronas. El encuentro definitorio se jugará sin público, este sábado desde las 15 de nuestro país.
El Gran dominador de la Bundesliga y uno de los eternos aspirantes se enfrentarán este sábado cuando el Bayern Munich y el Bayer Leverkusen se midan en la final de la Copa Alemana.
El Bayern ya ha levantado el título de la liga alemana, su octavo consecutivo, en una temporada alterada por el coronavirus y ahora busca añadir otra copa más a su abultado palmarés. El Leverkusen, por el contrario, no ha probado el éxito desde 1993, a pesar de haber estado cerca en ocho ocasiones en la Bundesliga, la Copa Alemana y la Liga de Campeones.
“Seguiremos teniendo hambre”, dijo el jugador del Bayern Joshua Kimmich, tras alzarse con el título liguero. El Bayern ha ganado el doblete con anterioridad en 12 ocasiones, la mayoría de ellas en los últimos años, incluida la temporada pasada. Síntoma de que cuando el Bayern se pone en marcha, es difícil de parar. Sin embargo, una sorpresa no es imposible. Perdió la final de la Copa de 2018 contra el Frankfurt, pero es el único tropiezo que ha tenido en sus cinco últimas participaciones en la competición. Un triplete como el obtenido en 2013 también es todavía posible, ya que el equipo está a punto de clasificarse para cuartos de final debido a su victoria por 3-0 en el partido de ida de octavos frente al Chelsea en Londres.
Una temporada así es digna de elogio, dadas las dificultades del equipo bajo el mando del ex entrenador Niko Kovac en los primeros meses. Sin embargo, la llegada de Hansi Flick en noviembre significó un giro en el equipo, ahora invicto en sus últimos 25 partidos de competición, con 24 victorias. “Ha sido una campaña difícil, pero a la postre muy fuerte”, declaró el delantero Robert Lewandowski, máximo goleador de la Bundesliga con 34 goles.
El Bayern lleva una racha de 16 partidos con victorias, que incluye un 4-2 en Leverkusen, a pesar de empezar el partido con un gol de desventaja. No obstante, el Leverkusen logró ganar 2-1 en Munich a principio de la era Flick, a pesar de que la suerte lo acompañó en aquella ocasión. “Desde entonces, han recorrido un largo camino. Es increíblemente difícil jugar contra ellos y vencerlos bajo el mando de Hansi Flick”, dijo el defensor del Leverkusen Sven Bender. “Eso es claramente lo que muestran las estadísticas. Pero tenemos armas para vencerlos. Tenemos que ser valientes y jugar nuestro propio juego”, añadió.
El equipo dirigido por Peter Bosz puede ser brillante si todo encaja en el ataque, en especial el juego de su jugador estrella, la joven promesa alemana Kai Havertz. Eso sí, también puede ofrecer actuaciones flojas, como las que le han hecho tropezar al final de la temporada para terminar en quinto lugar y perder los puestos de la Liga de Campeones.
Ganar la Copa Alemana compensaría dicho final en la liga, incluso si sus fans no pueden asistir al partido en Berlín a puerta cerrada debido a la crisis del coronavirus. “El ambiente antes, durante y después de la final siempre fue muy especial. Esta vez será diferente, pero eso no es un problema para nosotros. Hay una Gran expectativa ya que el club no ha estado en una final durante mucho tiempo. Todos estamos ansiosos por ganar este título”, manifestó Bender.
Sería solo el tercer título del Leverkusen después de la Copa de la UEFA de 1988 y la Copa Alemana de 1993, ya que desde entonces ha perdido dos finales de Copa, la última en 2009, y ha sido cinco veces subcampeón de liga. En 2002, incluso consiguió un “triplete” propio, terminando segundo en ambas competiciones nacionales y perdiendo también la final de la Liga de Campeones.
Pase lo que pase en esta ocasión, el hecho de que el telón de fondo de la temporada se esté corriendo en el campo en un año marcado por el coronavirus, incluso con las tribunas vacías, puede considerarse todo un triunfo para el fútbol alemán.
¿Juega como titular?
El delantero argentino Lucas Alario es la principal opción del Bayer Leverkusen para reemplazar al lesionado Paulinho en el equipo titular que este sábado jugará la final de la Copa Alemana ante Bayern Munich en la ciudad de Berlín.
Debido al desgarro del ligamento cruzado que padece el futbolista brasileño, Alario, ex Colón y River Plate, tiene chances de disputar el partido decisivo de la copa germana ante el campeón del torneo. Desde que la Bundesliga retomó las actividades tras el receso por la pandemia de coronavirus, el sábado 16 de mayo en el marco de la fecha 26, Alario fue titular únicamente en dos de los nueve partidos que jugó su equipo. Además ingresó en cuatro encuentros, se mantuvo en el banco de suplentes en dos, no estuvo en la lista de convocados ante Colonia (fecha 32) y anotó un solo tanto, casualmente ante Bayern Munich en la caída 4-2 por la jornada 30.
El brasileño Paulinho, de 19 años, iba a ser operado en la ciudad austríaca de Innsbruck y estará alejado de los campos de juego durante varios meses, según informó la agencia de noticias DPA. El tucumano Exequiel Palacios, ex River Plate y con poco rodaje en el equipo de la ciudad de Leverkusen, arrancará en el banco de los suplentes.
Sané, la Gran sensación en el Munich
El Bayern Munich confirmó este viernes el tan esperado traspaso del internacional germano Leroy Sané a las filas del campeón alemán de fútbol, según un comunicado difundido en la página web del club de la Bundesliga.
De acuerdo con la información, Sané, de 24 años, firmó un contrato de cinco años hasta el 30 de junio de 2025 y comenzará la próxima semana los entrenamientos en Munich.
“Es un jugador excepcional que ha demostrado sus cualidades en los últimos años, especialmente en la selección nacional. Nuestro objetivo es reunir a los mejores jugadores alemanes en el Bayern y el fichaje de Leroy reafirma este camino”, señaló el presidente de la junta directiva del club, Karl-Heinz Rummenigge, en el anuncio.
Los bávaros no proporcionaron ninguna información sobre el monto de la transferencia. Sin embargo, es probable que Sané haya costado mucho menos de lo que habría costado hace un año, cuando se especulaba sobre una suma de 100 millones de euros o más (unos 223 millones de dólares). Tras una rotura del ligamento cruzado del jugador, el pase no tuvo lugar. Ahora, según los medios de comunicación, se dice que el jugador que juega de atacante habría costado menos de 50 millones de euros, debido al menor tiempo restante del contrato con el Manchester City hasta el 2021 y la crisis causada por la pandemia de coronavirus.