Después de que los oficiales de policía Cristian Alberto García (39) y Jorge Alberto Aguiar (56) quedaran en prisión preventiva, imputados por la “tentativa de homicidio calificada por el uso de arma de fuego” de un vecino del barrio Alfonso, sus vecinos y familiares se manifestaron públicamente en señal de protesta.
“Estamos todos reunidos, los vecinos nos están apoyando, saben la clase de personas que somos” dijo Soledad Aguiar, hermana de Jorge y esposa de Cristian, desde la manifestación pacífica que tuvo lugar en Monseñor Zaspe y Juan Díaz de Solís a partir de las 10 de este miércoles.
“Son policías honestos que todo lo que hicieron en la vida fue trabajar. El barrio está cansado, este pibe que los denunció es un delincuente, le ha robado a todos acá en el barrio, pero la gente no denuncia porque tiene miedo. Ahora salieron a apoyarnos porque saben que somos una familia honesta”.
Soledad asegura que se sienten impotentes y manifestó: “Necesitamos que los jueces, los fiscales y los medios abran los ojos, están presos dos inocentes, el delincuente es él”. Además, “ensuciaron el nombre de nuestro trabajo”, ya que la familia García es dueña de los carribares de “El Loco de la Hamburguesa”.
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“Mi esposo hizo el alumbrado porque acá no había luz y el -denunciante- arengó a unos pibes del barrio para que rompan la luz porque quiere seguir haciendo de las suyas”, comentó con indignación.
Luego, la manifestación que comenzó en barrio Alfonso, se trasladó a las inmediaciones de Obispo Gelabert y 9 de Julio, donde funcionaba la Unidad Fiscal de Homicidios.
La jueza Susana Luna ordenó este lunes la prisión preventiva para los dos policías acusados de atacar a un vecino, al que según la fiscalía, sacaron de su casa de Monseñor Zaspe al 4100 a golpes para luego dispararle en plena vía pública, la madrugada del 1° de julio.
Tal como indicó el fiscal Andrés Marchi durante la audiencia, la primera llamada al 911 la realizó “el sargento Aguiar” quien dio aviso de un herido de arma de fuego.
Los defensores particulares Hilda Knaeblein y Sebastián Gervasoni cuestionaron que sus defendidos, que son cuñados, fueran los autores del hecho. Expusieron que García lleva 18 años trabajando en la fuerza de seguridad, mientras que Aguiar 28, que son padres de familia y que padecen de distintas enfermedades que la reclusión empeoraría.