El total de contagios fue confirmado en 67.870 luego de agregar a 661 detectados en las últimas 24 horas, periodo en el que también se anotaron 16 nuevos fallecimientos, lo que lleva el total por la pandemia a 5.047, con otras 3.292 muertes sospechosas de haber sido causadas por la Covid-19.
De las 24 provincias de Ecuador, la costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil, sigue encabezando el mayor número de casos, 16.480, lo que representa el 27,97% a nivel nacional, seguida por la de Pichincha, con la ciudad de Quito como cabecera, que reúne 10.673, el 18,12% de los contagios, 258 casos más que el sábado.
Quito inició el 3 de junio una nueva etapa de desescalada y pasó del color rojo al amarillo en el semáforo epidemiológico, lo que se ha traducido en la reanudación parcial del transporte público y una mayor actividad comercial y laboral en las calles de la urbe, habitada por unos tres millones de personas, reprodujo la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, la incesante tasa de contagios en la capital la mantiene bajo algunas limitaciones pese a encontrarse en color amarillo, como el cierre de teatros y cines o la suspensión del transporte interprovincial, entre otras medidas.
Cuando Quito pasó a amarillo en el semáforo epidemiológico, la provincia de Pichincha acumulaba el 13% de los casos a nivel nacional, y ahora supera el 18%.
El aumento en los casos en Pichincha, concentrados mayoritariamente en Quito (9.670) llevó a las autoridades a redoblar los controles para evitar aglomeraciones y fiestas clandestinas, entre otros.
César Díaz, secretario de Seguridad del Municipio, informó de un operativo en una fiesta clandestina, en la que, incluso había “menores de edad y bebidas alcohólicas. Estos actos irresponsables son los que ponen en riesgo la vida”, dijo en Twitter.
“Lamentablemente son los padres o abuelos quienes necesitarán una cama UCI y ya no tenemos más en Quito, ayúdennos!!!”, clamaba el alcalde de Quito, Jorge Yunda, al hacerse eco en la red social del mensaje de Díaz.
En su perfil de Twitter, Yunda también mencionó el aumento de pacientes en un centro de convenciones adaptado en el norte de la ciudad para recibir a afectados leves por el coronavirus.
“Comenzamos con ocho pacientes y al momento estamos con 120, seguiremos creciendo vecinos de Quito pero no habrá espacio si no adquirimos conciencia sanitaria, usa mascarilla, evita contagiarte, ayúdanos”, escribió.
En la capital, la policía ha recogido ya varios cadáveres en las calles, presuntamente afectados por Covid-19.
México se aproxima a otro récord de decesos
La pandemia del nuevo coronavirus sigue en fase ascendente en México en pleno período de desconfinamiento, con un total de 34.730 muertos, que pone al país muy cerca de Italia (34.954) en el cuarto puesto mundial en la escala de los países con más fallecidos a causa de la Covid-19.
En medio del desacuerdo entre la autoridad federal y los gobernadores sobre cuándo reabrir actividades, la enfermedad no cede en el país y crecen las acusaciones de la oposición sobre el mal manejo de la crisis sanitaria.
Actualmente se contabilizan 295.268 casos positivos y 34.730 muertos, pese a lo cual 15 estados ya reanudaron actividades y otros 17 todavía esperan el fin de la larga cuarentena instaurada el 23 de marzo, tras la aparición del primer caso el 28 de febrero, reportó la agencia de noticias ANSA.
En el principal epicentro de la pandemia, la capital y su zona metropolitana, habitado por 21 millones de personas, los casos y muertes parecen comenzar a disminuir, aunque hay algunos ‘focos rojos‘ en localidades rurales de la urbe, pero la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum llamó a “no bajar la guardia”.
Además, en algunas zonas como el centro histórico, la concentración diaria de personas tras el inicio del desconfinamiento va en aumento.
Sin embargo, en otras zonas del país, como el estado norteño de Durango, que registra 22% de casos activos, semejante al promedio mundial, pero por encima de la media nacional del 16%, las cosas parecen ir de mal en peor.El vocero para la crisis de coronavirus, Hugo López-Gatell, se declaró preocupado por lo que sucede en esa región y dijo que “esto habla de una epidemia en período de crecimiento, con 55% por semana”.
El funcionario, que estimó hace semanas que el número de fallecimientos totales rondaría los 35,000 en México, dijo el viernes que “falta todavía la mitad de la epidemia”, y acusó a varios gobernadores de la aceleración de los contagios en algunos estados.
Perú: allanamientos por tráfico de medicamentos
Más de 500 locales de venta de medicinas fueron intervenidos y 75 fueron cerrados por la Policía Fiscal de Perú y agentes de Seguridad del Estado por comercializar productos no autorizados para tratar el coronavirus durante el estado de emergencia, en medio de la crisis sanitaria que vive el país debido a la pandemia.
La Policía Fiscal y agentes de Seguridad del Estados intervinieron locales, boticas y farmacias en todos los distritos de Lima, donde encontraron productos vencidos, falsos o que llevaban el rótulo de “prohibida su venta”, así como laboratorios clandestinos de ivermectina, alcohol y lavandina.
La mayoría de los comercios estaban desplegados en toda la capital, sobre todo, ubicados en lugares cercanos a los hospitales, según inspecciones de la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (Digemid), órgano del Ministerio de Salud, que analizó los productos y determinó que ninguno era apto para el consumo humano.
El jefe de la división de Seguridad del Estado que combate los delitos contra la salud pública le indicó al diario peruano El Comercio que todos los locales manejaban el mismo patrón, como la escasez de medicamentos en los hospitales y los puntos de venta ilegal en establecimientos cercanos.
En los últimos meses el tráfico de medicamentos se multiplicó hasta en un 200%, aseguró un agente de Seguridad del Estado al diario.
El director de la Policía Fiscal alertó también sobre la facilidad para conseguir medicinas en las redes sociales, un modo de venta que no ofrece ninguna garantía de salubridad, y aseguró que detuvieron a diversos comerciantes cuando estaban entregando los productos por delivery.
Otro factor es la informalidad en las boticas y farmacias, que no tienen ningún tipo de autorización para operar y tampoco cuentan con un químico farmacéutico para atender a los clientes