Las instituciones que integran la cadena agroindustrial, junto con la Unión Industrial Argentina (UIA), están trabajando en la redacción de un proyecto de reactivación agroindustrial federal orientado a incrementar la generación de empleo y exportaciones.
El documento se denomina “Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora, Inclusiva, Sustentable y Federal”.
El proyecto sectorial que tiene por objetivo incrementar las exportaciones hasta los U$ S 100.000 millones y la creación de 700.000 puestos de trabajo en los próximos diez años.
El plan presentado hoy ante la UIA tiene como objetivo “consolidar a la Argentina como líder en el comercio internacional de alimentos” y propone definir “una política activa de corto plazo con herramientas de política institucional, de relaciones internacionales, impositivas, financieras y técnicas con efectos fiscales neutros”, según reza el documento.
El presidente de la UIA, Miguel Acevedo -quien es además presidente la compañía agroindustrial Aceitera General Deheza- encabezó una reunión virtual con dirigentes de cuarenta instituciones agroindustriales con el propósito de lograr consensos sobre el diseño del plan de reactivación, cuyo eje central está conformado por una reducción de la presión impositiva.
“Coincidimos que el trabajo en el sector de la producción debe ser el pilar de toda política de Estado, que los empresarios y los sindicatos son los actores claves para recuperar al país y que la exportación con valor agregado es la condición necesaria para empezar a salir de la crisis”, aseguró Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), quien fue uno de los participantes del encuentro virtual.
“El Estado debe brindar las condiciones macroeconómicas y de promoción del empleo, la producción y la exportación, ya que la agroindustria está en condiciones de brindar alimentos para la población argentina y el mundo y reactivar las economías regionales del todo el país”, remarcó Idígoras, para luego añadir que “la respuesta al desempleo urbano está en la reactivación del agro en el interior”.
“Eso fue creciendo y dijimos ‘¿Por qué no hacemos una propuesta de reactivación agroindustrial teniendo en cuenta la situación económica?. Así empezamos a trabajar’”, agregó el dirigente empresario.
Precisó que el plan ya fue presentado en los ministerios de Economía; Desarrollo Productivo; Trabajo; Agricultura, Ganadería y Pesca; y a Cancillería. También hablaron con los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; y con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, entre otros funcionarios.
Las exportaciones argentinas de bienes -integradas mayormente por productos agroindustriales- están estancadas desde 2014, dado que desde entonces no logran superar las 70.000 millones de dólares anuales (cifra que será menor en 2020 debido al impacto de la pandemia del Covid-19).
A partir de esto proponen como necesaria la estabilidad fiscal en los tres niveles del Estado; fomento a la inversión agroindustrial; régimen especial de amortización acelerada; programas de prefinanciación de exportaciones a tasas internacionales; y una agenda “agresiva” en cuanto al acceso a mercados y negociaciones internacionales.
De cumplimentarse esto, el sector prevé que para 2025 las exportaciones podrían incrementarse en US$ 16.000 millones y generar 700.000 empleos nuevos entre directos e indirectos.
Con respecto a la coalición agroindustrial, Idígoras indicó que “se viene una especie de consejo nacional agroindustrial. No vamos a crear una entidad gremial, sino un lugar de trabajo representando una visión federal”, dijo.
Vuelve la soja en zona núcleo
El año pasado fue récord de rotaciones; por cada hectárea de trigo o maíz solo hubo 1,6 de soja en la zona núcleo. En la 2020/2021 el índice pasaría a 1,75, rompiendo con la tendencia que marcaron en los últimos 5 años el trigo y el maíz en la región. Informe de la BCR.
Se viene un cambio del paisaje de la región que integra Santa Fe. Hace 6 años, en la campaña 2014/15, por cada lote de trigo o maíz se sembraron 4,6 lotes de soja en esta región. Fue el último año de la supremacía de la soja.
Por otro lado, el 2019/20 marcó el record de la menor cantidad de soja sembrada. Y esto fue un hecho muy importante porque rotar el suelo es la práctica más eficiente de producción sustentable.
Son todas ventajas las que produce. En años de mucha agua, las rotaciones ayudan a mantener a raya a los excesos hídricos, ya que el trigo y el maíz necesitan más milímetros y funcionan como bombas de extracción de agua, bajando napas.
Para esta próxima campaña 2020/2021, la relación con soja aumentaría de 1,60 (del 2019) a 1,75. Por un lado, la escasez hídrica impidió a los productores concretar los planes de siembra de trigo.
Pero, por el lado del maíz, la incertidumbre local y externa, en lo que a precios se refiere, y el temor al clima sigue reflejándose en una intención preliminar de siembra que anticipa una caída de un 10%. Si la soja gana protagonismo de acá en más, el sistema productivo de granos será mucho más vulnerable.
Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con respecto al área del cultivo de trigo, señaló que en algunas zonas ya se cortó la siembra y en otras hay intención de sembrar más. Y resaltó que “la humedad disponible es el factor que hace la diferencia”.
“El déficit hídrico impide la incorporación del área remanente en diferentes sectores del norte y centro del área agrícola”, señaló el trabajo.
Y agregó que, no obstante, la favorable condición hídrica en Buenos Aires, La Pampa y Entre Ríos continúa incentivando la incorporación de lotes, compensando las reducciones de área de las zonas afectadas por sequía.
Al hacer referencia a las áreas del norte y el centro, el informe explicó que la incorporación de lotes está interrumpida desde hace varias semanas. Al no revertirse esta situación, previo al cierre de la ventana de siembra, los productores han decidido resignar la implantación de los lotes remanentes. Lo ya implantado en esta zona está en condiciones normales.
La mejora en el estado hídrico, tanto en el sur como en sectores del este del área agrícola nacional, impulsó la intención de sumar cuadros a la siembra del cereal.