Los incendios, impulsados por las altas temperaturas y la falta de lluvia, tienen en jaque a esta región ubicada en la parte asiática oriental de Rusia.
El Ártico ruso ha tenido temperaturas anormalmente altas durante meses. Este clima extremo desconcierta a la ciencia.
Los incendios, impulsados por las altas temperaturas y la falta de lluvia, tienen en jaque a esta región ubicada en la parte asiática oriental de Rusia.
Desde enero se registra una intensa ola de calor que multiplicó las conflagraciones. Hace solo unos días se registraban 300 focos que afectaron la calidad del aire de varias ciudades rusas. Una de las urbes más perjudicadas por estos incendios, que se registran cada año pero que cada vez son más graves debido, según los expertos, al calentamiento global, es Yugorsk, situada unos 1.600 kilómetros al noreste de Moscú, donde un grupo de más de 100 bomberos y voluntarios se dio a la tarea de luchar contra las llamas.
Según algunos servicios de protección forestal, cerca de 380.000 hectáreas han sido devastadas por las llamas en la más reciente reactivación del fuego, el cual no es atendido por los bomberos rusos debido a una controvertida política oficial que no permite extinguir conflagraciones en zonas aisladas y deshabitadas. Dicha política fue duramente criticada el año pasado, cuando la humareda llegó hasta algunas de las ciudades más pobladas de Siberia. El presidente Vladimir Putin finalmente envió al Ejército para apagar los incendios en ese entonces.
Este año, particularmente, los incendios han sido más intensos y abundantes debido a la ola de calor provocada, según organizaciones ambientalistas como Greenpeace, por la crisis climática. "Esta es una evidencia más del cambio climático, que está transformando el norte de Rusia en una región de calor y fuego", dijo la ONG. Greenpeace también señaló que en lo corrido de este año se han quemado 19 millones de hectáreas en Rusia, lo que equivale a la extensión de Grecia.
Otras agrupaciones ecologistas apuntan a que la gestión deficiente de los bosques rusos y la falta de medios financieros contribuyen a este recrudecimiento de los incendios. Fedot Toumousov, diputado del Parlamento ruso, que representa la región de Yakutia, reclamó, por ejemplo, más financiación. "Me imagino que voy a tener que volver a escribir cartas para pedir que presten atención al problema, porque el humo no llegará a Moscú", afirmó en su cuenta Facebook. Frente a la emergencia, el Gobierno ruso determinó, a través del primer ministro Mijáil Mishustin, desbloquear 2.600 millones de rublos (36,5 millones de dólares) para ayudar a las regiones afectadas por los incendios.
En tanto, el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de la red europea Copérnico, señaló, por otro lado, que desde mediados del mes de junio, tanto el número como la intensidad de los incendios han aumentado en el extremo nororiental de Siberia, causando la emisión de 59 megatoneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, un récord para este mes desde que se iniciaron las mediciones en 2003 y el equivalente a las emisiones anuales de países como Perú.