UNA RAMA DE LAS ARTES ESCÉNICAS QUE DEBIÓ REINVENTARSE
La magia sigue intacta
El artista Fernando Conti, conocido por grandes y chicos como el mago Fernán, contó cuáles son los desafíos de trabajar a través de plataformas virtuales. Además de sumarse a la iniciativa Capital Cultural de la Municipalidad, realizó vivos en redes sociales. “Imagino al público, sus devoluciones y aplausos”, contó.
Archivo El Litoral Aunque tiene todas las fichas puestas en que sea algo temporal, Fernán trabajó en las vacaciones invernales para llevar desde la plataforma digital dispuesta por la Municipalidad de Santa Fe risas y asombros a toda la familia.
La geografía en la cual se desarrollan los espectáculos de Fernando Conti, más conocido en la ciudad de Santa Fe bajo el nombre de mago Fernán cambió radicalmente desde marzo, al igual que para el resto de los que se dedican a las artes escénicas. De plazas, parques, clubes y espacios culturales llenos de gente, pasó a ubicarse en los confines de su hogar ante una computadora o a lo sumo a una sala vacía con una cámara enfrente. En los últimos tiempos su labor profesional se circunscribió a la realización de presentaciones en vivo en las redes sociales (junto a la agrupación Cuarentenarte) y hace pocos días grabó en la Sala Marechal del Teatro Municipal “Magia re magia” y “Magia re magia 2” para subir a la flamante plataforma digital Capital Cultural creada por la Municipalidad de Santa Fe para visibilizar el trabajo de los artistas santafesinos en el contexto de las restricciones que impuso la pandemia de Covid19.
En una charla con El Litoral, el mago santafesino compartió sus vivencias ante este cambio significativo en la forma de establecer contacto con el público. “Evidentemente es otra cosa. Tuve que eliminar todos los juegos de magia que tienen su sustento en la interacción con el público, tuve que optar por aquéllos en los cuales muestro fenómenos mágicos que ocurren sin la necesidad de tener a alguien en lo inmediato y lo cercano. ¿Cómo trabajo? Imagino al público, sus devoluciones y aplausos. Es la única manera para que tenga cierto viso de realidad, de que estoy actuando para ellos. Trato de convencerme y sentir que del otro lado hay gente que me está viendo. Cuando se hacen vivos en redes sociales o plataformas no hay problema porque recibo corazoncitos o aplausos virtuales. Pero cuando hay una cámara y nada más, para después subirlo a Youtube, todo parte de la imaginación. Hablo con la cámara como si estuviera hablando con el público ahí presente. Es un ejercicio”, confió.
Ampliar el repertorio
La nueva metodología de trabajo obligó a Fernán a adaptar algunos de sus trucos y también a ampliar el repertorio con algunas propuestas nuevas. “Los juegos de magia que son meramente expositivos los conservé. Me refiero a aquellos el los cuales el público no tiene acción. Y muchos de los que hago con intervención del público los tuve que modificar. También sumé cosas nuevas”, señaló. Al respecto, sostuvo que los últimos meses fueron de continuo aprendizaje. “Aunque tuve menos trabajo, tuve más tiempo para estudiar. Mis maestros, magos que están en Buenos Aires y en otros lugares del mundo dictaron conferencias, clases y seminarios virtuales para sobrevivir que aproveché absolutamente. Además, estudiar es un placer enorme, que uno a veces pierde en el trajín de lo cotidiano”, confesó.
Huellas y horizontes
¿Qué pasará de acá en más con el oficio de los magos? Esta pregunta es difícil de responder para Fernán, sobre todo por la incertidumbre que existe en torno a la pandemia. “No sabemos cuando se va a volver, si es que alguna vez se vuelve al formato anterior, en el sentido de convocar mucha gente. Tampoco sabemos si esta virtualidad que ahora es obligatoria no se transformará en algo que se equilibre con la actuación real frente al público. ¿Quien te dice que en el futuro no sea habitual que si un chico quiere tenerte en su cumpleaños pero vive en San Juan y te vió en Internet, puedas estar presente a través de lo virtual”, se preguntó.
La apuesta es abrir nuevos horizontes. “Las cosas no van a ser igual que antes. No creo que la gente tenga la confianza anterior a toda esta locura, tal vez dentro de bastante tiempo y cuando estén las vacunas”, apuntó. La dificultad central, en el caso de los magos, es que en la actividad, a diferencia que en otras manifestaciones artísticas, no existe la cuarta pared. “El mago necesita permanentemente la interacción con el público, que interviene directamente en el espectáculo. La gente pasa al escenario y está al lado del artista. Eso también sirve para dar credibilidad de lo que se hace entre la gente que se queda abajo, el que sube desde el público testifica que lo que ocurre es verdad”, explicó Fernán.
La actual coyuntura, por lo tanto, obliga a los artistas de la magia a apelar a la creatividad, aunque la sensación es que la pandemia no logrará hacer mella en el sector: “Hemos sobrevivido a muchas cosas, por ejemplo el mago enmascarado que nos deschavaba por televisión”, aseguró Conti entre risas. Al mirar hacia adelante, acepta el reto. “Lo que hacemos nosotros siempre es un desafío, porque desafiamos la cabeza de la gente”, finalizó.