Envalentonado con los consejos sobre la necesidad de mantener una conducta carnívora para hacer frente al Covid-19, por su aporte al sistema inmunológico dado que la carne vacuna contiene todos los aminoácidos esenciales, vitaminas, proteínas, zinc, hierro y selenio (este favorece la elaboración de anticuerpos), los productores ganaderos se preparan para avanzar en muchas cuestiones que comenzaron a ocurrir durante la pandemia.
Otro dato del IPC va (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina) da cuenta que 8 de cada 10 personas están buscando ofertas. Es evidente mucho más que antes- que la relación precio/calidad aparece en todos los estratos como los factores más determinantes. De allí una primera conclusión: “Un 65% de la gente hoy en día está diciendo que está dejando de lado parte de su consumo de carne vacuna y está empezando a consumir otro tipo de alimentos”. No obstante, el mercado interno sigue aportando datos interesantes para el sector: Adrián Bifaretti, jefe de Promoción Interna del IPCVA rescató que con 50 kg por habitante por año en medio de la pandemia, con todas las dificultades que hubo que sobrellevar, este es un dato que hay que cuidar y valorar.
La otra mirada está puesta en la evolución de las exportaciones de carnes, algo que el país necesita incentivar con la búsqueda de nuevos mercados pero con la ratificación de los actuales. Por ejemplo: en junio pasado, las exportaciones de carnes bovinas sumaron 49 mil toneladas peso producto, equivalentes a 72 mil toneladas peso res. Según el Indec (son datos provisorios), en el primer semestre de 2020, se exportaron 403 mil toneladas peso res que reportaron U$ S 1.282 millones. Pero el total acumulado fue un 19% y 32% inferior, en volumen y valor, respectivamente, comparando con el segundo semestre de 2019. Desde el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas se explicó que en comparación al mes precedente, el total exportado se redujo en un 17%, como consecuencia de una baja importante en los envíos al exterior de carnes congeladas. Claro que el mercado chino fue determinante en la evolución de las exportaciones cárnicas, con una merma de más de 15 mil toneladas respecto del récord histórico verificado en el mes de mayo, la cual fue compensada parcialmente por una mejora en los embarques de carnes enfriadas y con la reaparición de Israel y la incorporación de Estados Unidos como mercado relevante en el rubro del congelado, según el comentario del consorcio.
Aquí hay que advertir un dato que si no es leído correctamente puede generar sobresaltos: la economía China retrocedió por el Covid-19 y golpeó a la ganadería argentina. En lo que va del corriente año, las exportaciones hacia China, por la incertidumbre y las restricciones que generaron los efectos de la pandemia, tuvieron oscilaciones importantes. Fue evidente la baja en las ventas entre enero y febrero, para comenzar un curso positivo que se aceleró en mayo, pero que no pudo sostenerse. La conclusión: en el primer semestre de 2020, si se compara con el anterior, se debe admitir que las 209 mil toneladas por valor de 847 millones de dólares, están un 20% y 37% por debajo, si bien superan a las de igual lapso de 2019.
El otro gran tema de la semana fue la polémica desatada alrededor del proyecto de modificación del IVA a la leche. Para la oposición, el proyecto enviado al Congreso el viernes pasado llegó con una “sorpresa” que podría afectar directamente los consumidores; esto es, la eliminación de la exención del IVA a la leche fluida y en polvo, productos que pasarán a pagar una alícuota del 10,5% (art. 18). La pregunta es: ¿Quién lo va a pagar, ¿la industria, el comercio o el consumidor?. La respuesta parece obvia.