La mañana de este miércoles la fiscal Cristina Ferraro amplió la imputación de Kevin Alejandro Paul “Churrito” Espíndola, detenido desde fines de noviembre por agredir a un comerciante durante un robo en la recoleta santafesina. Acusado de la “tentativa de homicidio calificada” de Gabriel Otte, durante la audiencia se le sumó un nuevo delito que salió a la luz durante la declaración de la víctima.
Representado por el defensor público Sebastián Amadeo y ante el juez Rodolfo Mingarini, Espíndola participó del debate a través de una videoconferencia desde la cárcel de Coronda, donde se mantiene en prisión preventiva. La fiscal de Homicidios señaló que en el último tiempo se pudo recolectar el testimonio del comerciante agredido, que mencionó entregarle dinero al ladrón antes de que éste lo atacara.
Esa plata era la recaudación del día, que ascendía a la suma de $ 7.500, misma cantidad de dinero que encontraron en un bolsillo del pantalón que llevaba puesto Espíndola cuando fue aprehendido por las fuerzas de seguridad. La prenda de vestir había sido secuestrada y archivada para realizar análisis de laboratorio.
El mediodía del miércoles 27 de noviembre, Espíndola ingresó al local Gama Sport Indumentaria, ubicado en Obispo Gelabert al 2563. Ahí se probó varias prendas y mientras las dos empleadas y el dueño del lugar le preparaban la ropa que supuestamente iba a adquirir, sacó un cuchillo tipo faca y amedrentó a quienes lo atendían.
“Churrito” primero exigió dinero, por lo que Otte le entregó al recaudación del día, pero no conforme con eso también le demandó al comerciante que le entregara su celular, y este se negó. Fue en ese momento que el delincuente le asestó múltiples puñaladas en la zona del abdomen, siendo detenido su ataque por una de las empleadas, que le arrojó un mostrador encima.
Esa distracción permitió que ella y su malherido jefe pudieran escapar del lugar hacia la sede de la Policía Federal que se encuentra en inmediaciones al local, sobre calle San Martín. Espíndola se dirigió hacia el norte, pero no logró recorrer más que unas pocas cuadras hasta que personal de la Brigada Motorizada lo aprehendió. Entre las pertenencias que le secuestraron, se encontraba la faca, cuya cuchilla tenía 16 cm de largo.
La declaración del comerciante fue clave para precisar la mecánica del hecho, y reencuadrarlo como “homicidio calificado criminis causae en grado de tentativa” y “robo calificado por el uso de arma” en concurso real entre sí.
Tenés que leer"Churrito" irá a prisión Además, la fiscal Cristina Ferraro comentó que se extrajo una muestra de ADN de la víctima para cotejarla con los restos de sangre hallados en las prendas que vestía Kevin “Churrito” Espíndola aquel día de noviembre. Esta sería una de las últimas pruebas a realizar para concluir la investigación y llevar la causa a juicio.