Tal como lo había pedido Eduardo Domínguez, Brian Fernández se mudó con su mujer e hijo a un country bien cercano al predio sabalero. Es más, en un gesto de confianza, el propio presidente José Néstor Vignatti hizo de garante con su firma del alquiler de la casa que hasta hace poco ocupaba el colombiano Celis ("Te lo juro que José nunca hizo algo así con un jugador", aseguran desde su círculo íntimo).
Esta misma semana, visitando el emprendimiento de su suegro, había estado desayunando en familia. Cada parroquiano que lo "descubría", le pedía autógrafo y fotos. "Si llega a hacer un par de goles en Colón, este chico no va poder caminar por Santa Fe", comentaban los mozos.
Había arrancado enchufado esta nueva etapa de su vida, con muchas ganas de cumplir el sueño de hacer goles con la camiseta de Colón.
Tanto Vignatti como Domínguez tomaron su caso, el del "38", como desafíos personales. El presidente, insertarlo; el DT, buscar la forma para que encaje en ese 3-5-2 que tiene en mente para debutar la última semana de septiembre.
Ahora, este positivo de Covid-19 lo aislará por dos semanas del resto del plantel profesional sabalero. Le pasó de todo desde enero hasta ahora.
Primero, las idas y vueltas con su recuperación. Hace poco, un amigo le volcó su camioneta. Y ahora ésto. Porque más allá del dicho criollo que afirma "al fin de cuentas puede que todos nos contagiemos", ahora el Covid-19 se la agarró con Brian. Como si estuviera meado por los Elefantes. Y no justamente los del Cementerio.
Quinto goleador argentino en el mundo
Cuando Colón cerró el año pasado el fichaje de Brian Fernández, el oriundo del popular Barrio Yapeyú estaba entre los cinco artilleros del fútbol argentino en todo el Planeta Tierra.
Ese 2019 se cerró con 50 gritos de Messi; 42 de Germán Cano en el DIM de Colombia; 28 gritos de Sergio "Kun" Aguero; 27 de Brian Fernández (entre Necaxa de México y la MLS), al igual que Juan Dinenno con 27 gritos en el Deportivo Cali.
Luego de poner casi 1.000.000 de dólares en las oficinas de Cristian Bragarnik, Vignatti se dio el gusto de fichar a Brian Fernández en Colón.