"Le pido disculpas a la novia, pero esta noche mi hijo va a dormir conmigo, como cuando era chiquito. Él venía a mi cama y me abrazaba, para que yo no esté sola, para que no llore. Me decía que me iba a cuidar. Ahora lo voy a cuidar yo. Creo que lo voy a quebrar todo cuando lo abrace", dijo este sábado por la mañana Silvia Parra, mamá de Franco Santiago Rolón. Recién se había enterado de que él iba a salir en libertad.
Franco es el policía y remisero que mató a dos ladrones que trataban de asaltarlo, cuando los llevaba como pasajeros por Sauce Viejo. Este sábado se realizó una audiencia en tribunales en la que el fiscal Andrés Marchi amplió la imputación, al agregar la figura de "exceso en la legítima defensa" a la del "homicidio calificado por el empleo de arma de fuego". El funcionario del Ministerio Público de la Acusación manifestó que se pudo comprobar que el acusado fue blanco de una agresión previa de parte de las víctimas.
Marchi entendió que no era necesaria la prisión preventiva y acordó con el abogado defensor Ramiro Díaz Duarte algunas medidas alternativas. Finalmente, el juez Pablo Busaniche dispuso la libertad inmediata de Rolón.
Luego de la audiencia, el primero en hablar fue el doctor Díaz Duarte. "Agradecemos la objetividad fiscal. Valoramos la actitud de Marchi y (Cristina) Ferraro. Entendemos que es justa la liberación de Franco, aunque no estamos conformes con la calificación", puntualizó.
Concretamente, Díaz Duarte aseguró que su defendido no cometió ningún exceso al defenderse. Es que los investigadores presumen que alguno de los ocho disparos que habría realizado el policía pudo haber sido efectuado cuando los ladrones ya no representaban una amenaza.
El abogado defendió el trabajo de la fiscalía. "La investigación se desarrolló totalmente ajustada a derecho. Creo que no se dejó influenciar por las marchas. La atribución inicial era justa, porque el fiscal no tenía elementos. Sólo había dos víctimas que habían sufrido disparos de arma de fuego dentro del remís. No tenía en claro el hecho. Hoy es un acierto haber ajustado la calificación jurídica, aunque tampoco la compartimos", manifestó Díaz Duarte.
"Ahora, con Franco en libertad, seguiremos con todas las medidas que la fiscalía crea oportunas y otras que propondremos nosotros, siempre con peritos de parte. En la mayoría seguramente vamos a coincidir, porque tenemos el mismo fin: esclarecer lo que pasó dentro del vehículo con un cien por ciento de transparencia", enfatizó.
A su turno, el fiscal Marchi explicó que en las últimas 48 horas se trabajó sobre la versión dada por el acusado y se pudo comprobar algunos de los elementos.
Por ejemplo, se corroboró el llamado a la Central 911 que el imputado hizo después del hecho, que no conocía a las víctimas y que los pasajeros tomaron el remís para hacer un viaje hasta donde ocurrieron los hechos. "También corroboramos que el imputado había sido víctima previamente de una agresión, aunque hay elementos que deben ser profundizados", aseveró.
Franco Rolón tiene 27 años y es policía desde hace cinco. Durante la audiencia, en la sala del subsuelo de tribunales, escuchó los bombos, la pirotecnia y los gritos de la multitud (familiares, colegas, amigos y vecinos) que marcharon hasta la plaza de enfrente para brindarle su apoyo. "Está muy mal de ánimo. Matar a dos personas es traumático para cualquier persona. Antes de la audiencia me dijo 'Yo salí a laburar, no para matar a nadie'. Es muy duro. Después de la audiencia se fundieron en un abrazo con su padre y lloraron juntos", contó el abogado Díaz Duarte.
Antes de la audiencia, se presentaron ante el juez familiares de las víctimas para hacer uso de su derecho a ser escuchados. Diego Raúl Merlo, padre de uno de los fallecidos y cuñado del otro, dijo: "Quiero que Rolón siga preso. La última vez que vi a mi hijo fue en un cajón. En realidad ni si siquiera se si era mi hijo, porque estaba cerrado y no me dejaron abrirlo". Merlo estuvo acompañado por su esposa, Mónica Wan Vele, madre de uno de las víctimas y hermana del otro. Ella no habló.
El hecho investigado ocurrió la noche del martes pasado, cuando Franco -que era policía pero estaba franco de servicio- trabajaba a bordo de un remís en Sauce viejo.
Según se pudo establecer, en calle 8, entre 19 y 21 de barrio Villa Adelina, tomó como pasajeros a Jorge Wan Vele, de 23 años, y a su sobrino Diego Martín Merlo, de 18.
En el camino, según relató el policía, fue asaltado por estos sujetos, que aprovecharon la oportunidad al llegar a un lugar oscuro.
Siempre en base a su testimonio, uno de los ladrones le apoyó un cuchillo en el cuello y el otro hizo lo mismo pero en la espalda. "Te vamos a abrir como a un sapo", habría amenazado uno de ellos.
En ese momento, uno de los malvivientes habría visto el arma reglamentaria del policía, por lo que gritó. "Matalo, matalo, está enfierrado".
Entonces, Rolón disparó con su pistola sobre su hombro. Lanzó un ráfaga y le provocó heridas mortales a los dos pasajeros. Uno murió en el lugar y el otro cuando era trasladado al hospital.
En la escena del hecho se secuestraron 8 vainas servidas y tres armas blancas.
Este sábado, durante la audiencia, Franco Rolón habló ante el juez. "Sólo quiero decir que nunca disparé después de la agresión. Lo hice cuando tenía un cuchillo en el cuello y uno le decía al otro: 'Matalo, matalo'", expresó.