Según el periódico "The Financial Times", el gobierno de Boris Johnson planea impulsar una legislación que modifica partes del acuerdo de salida de la UE que las dos partes sellaron hace un año.
Según el periódico "The Financial Times", el gobierno de Boris Johnson planea impulsar una legislación que modifica partes del acuerdo de salida de la UE que las dos partes sellaron hace un año.
Boris Johnson lanzó este lunes una bomba sobre las estancadas negociaciones "posbrexit” con la Unión Europea, al amenazar con abandonarlas a mediados de octubre y prepararse a anular disposiciones claves del firmado y ratificado Tratado de Retirada.
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La reacción de Bruselas no se hizo esperar. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó que el gobierno británico está legalmente comprometido a respetar el acuerdo de salida del bloque comunitario firmado con Bruselas, base de la futura relación entre las partes.
"Confío en que el gobierno británico implementará el acuerdo de salida [del bloque], obligación ante la ley internacional y condición previa para cualquier futura asociación", señaló en Twitter.
La advertencia de Von der Leyen ocurre después de que el periódico The Financial Times reportara que el gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, planea impulsar una legislación que modifica partes del acuerdo de salida de la UE que las dos partes sellaron hace un año.
Ese reporte mencionó a tres fuentes próximas de los planes, quienes señalaron que el proyecto de ley podría ser enviado al Parlamento aún esta semana y modifica aspectos del acuerdo relativos a Irlanda del Norte y ayuda estatal.
Johnson amenaza con dejar mesa de negociación
Bruselas y Londres se hallan ahora inmersos en la negociación de su relación futura, lo cual incluye cualquier asociación comercial, que ambas partes quieren terminar antes de que concluya el vigente periodo de transición -durante el que el Reino Unido aún está vinculado a las estructuras comunitarias- el próximo 31 de diembre.
Iniciadas en marzo y ralentizadas por la pandemia del coronavirus, esas conversaciones llevan meses estancadas en dos grandes cuestiones. Los europeos quieren conservar su derecho a pescar en las ricas aguas británicas y controlar las subvenciones públicas de Londres a las empresas locales para evitar lo que, según ellos, sería una competencia desleal.
Johnson se niega a ambas cosas, denunciándolas como condiciones injustas que la UE no impone a ninguno de sus otros socios comerciales, y para dejarlo claro amenazó con dejar la mesa de negociación dando un portazo.