"Que las hay, las hay", dijo un infatigable transeúnte de los pasillos de la Legislatura, que no cree en brujas pero que tomó todo tipo de inútiles precauciones ante "la decimo tercera sesión del período ordinario". El tipo ni escribe el "13".
"Que las hay, las hay", dijo un infatigable transeúnte de los pasillos de la Legislatura, que no cree en brujas pero que tomó todo tipo de inútiles precauciones ante "la decimo tercera sesión del período ordinario". El tipo ni escribe el "13".
El cabulero parecía tener razón cuando envió algunas fotos sobre problemas técnicos con la transmisión de la telesesión porque por unos segundos no coincidieron los zócalos (o graph) que identifican a cada integrante de la Cámara cuando aparece su imagen. Se le explicó al señor de los amuletos que no fueron los astros los culpables sino el natural disley (un retraso de apenas segundos) que se produce cuando desde la presidencia de la Cámara se le otorga la palabra a uno de los representantes departamentales, en su banca virtual. Aún así, no tenía consuelo porque tal o cual senador hubiera aparecido con el cartelito cambiado.
Luego de la sesión por videoconferencia del Senado santafesino, que transcurrió sin mayores dificultades, lo ocurrido con la sesión del Congreso de la Nación con el ahora ex diputado nacional salteño del Frente de Todos Juan Amerí lo dejó sin argumentos. Y habría que agregar: en la Legislatura santafesina la actividad no se detuvo y se redujeron dietas a la mitad.