La semana próxima volverán las clases presenciales a 56 escuelas rurales de 33 localidades del centro norte de la provincia. Así lo anunció este viernes la ministra de Educación, Adriana Cantero, después de participar de una videoconferencia con el gobernador Omar Perotti y el ministro nacional Nicolás Trotta.
La funcionaria explicó que los distritos poseen "bajo riesgo o riesgo nulo" desde el punto de vista sanitario, de acuerdo con lo establecido en los protocolos estipulados y aprobados en el Consejo Federal de Educación. "Hablamos esencialmente de parajes o pueblos pequeños, con alrededor de 800 alumnos y 270 trabajadores de la educación, entre personal docente y asistentes escolares", planteó.
Según precisó, el lunes comenzarán a llegar los maestros a las escuelas, en tanto que el retorno de niños y niñas se prevé para el martes. Cantero aclaró que en su mayoría son escuelas con "plurigrado", aunque dijo que también hay escuelas primarias que arrancarán con los alumnos del séptimo y primer grado". En tal sentido, sostuvo que en los establecimientos de poca matrícula, la presencialidad será plena y "de todos los días". En cambio, en el caso de los grupos prioritarios, tendrán alternancia en función de cómo se pueda aplicar el dispositivo de distanciamiento social. "Todo esto se hace aplicando los protocolos aprobados para todo el país sobre clases presenciales", remarcó. Asimismo, enfatizó que "se ha trabajado mucho en la adecuación de estos edificios, para que tuviesen agua segura y todas las instalaciones preparadas para brindar la mayor seguridad en términos sanitarios. Todas han recibido el kit que incluye el termómetro infrarrojo y los materiales para cumplir los protocolos", relató.
Acerca del protocolo y en términos generales, Cantero contó que todos los maestros deberán usar máscara o barbijos, y en algunos casos, máscaras y barbijos. En el caso de los alumnos, también deberán usar tapabocas, excepto los más pequeños; y respetar el distanciamiento social que se deberá respetar en todos los modos de habitar el espacio escolar, el lavado de manos frecuente y la toma de temperatura al ingresar y salir de la escuela. En tanto, se dispondrá de una jornada escolar organizada de manera diferente a la tradicional; se hará una o recreo a media mañana de treinta minutos para poder desinfectar allí las instalaciones y todos los espacios. Entre esos momentos, el lavado de manos deberá ser permanente cuando se ingresa y egresa del salón. "Se prefiere lavado de manos antes que alcohol en gel porque este último no es lo más recomendado para los niños", explicó.
Si hubiera algún contagio se procederá con el criterio de aislamiento de los contactos estrechos, que probablemente en comunidades pequeñas termine involucrando a toda la escuela.