La anécdota se repite en distintos ámbitos políticos, y también con distinta consideración. La notificación directa a María Eugenia Bielsa de que, tal como venía circulando a modo de versiones periodísticas, debía renunciar a su cargo de ministra, fue formulada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Pero eso no fue suficiente para la santafesina: "A mí me nombró el Presidente, y me tiene que pedir la renuncia el Presidente", dicen que respondió. Pero después de que cortó, el teléfono no demoró en volver a sonar. Y esta vez sí, la voz era de Alberto Fernández.
De todos modos, el pedido de renuncia venía amortiguado por un ofrecimiento: el de ser embajadora ante la Unesco, en París. Bielsa todavía no contestó.