En el calendario de salud, el 17 de noviembre está reservado al Día del Prematuro, establecido por Unicef en 2008, jerarquizado dos años después a través de un decálogo de derechos que involucran a niños y niñas que nacen antes de la semana 37 de gestación y a sus familias. Este año se decidió desde el Ministerio de Salud de la Nación hablar del Día de la Prematurez y el tema estuvo en un primer plano de la agenda sanitaria durante toda una semana.
No es para menos: esta es la primera causa de mortalidad infantil y es un indicador sanitario de alta relevancia para un país. Es, también una tasa que fue descendiendo en la Argentina y en Santa Fe, "pero todavía hay mucho por hacer". En ese diagnóstico coincidieron la directora de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Salud, Silvina Vaghetti; la jefa de Neonatología del Hospital "Orlando Alassia", Ana Laura De Santis; y Alina Berenguer, Florencia Fontana y Jorge Rinaldi, profesionales de Pediatría e integrantes del equipo de trabajo que recibió a El Litoral en la oficina del primer piso del ex Hospital de Niños.
Para organizar el rumbo de lo que se está haciendo es fundamental el horizonte que plantea Unicef para 2030: disminuir la tasa de mortalidad infantil, es decir, de niños que mueren antes de cumplir un año. "La mayoría muere antes del mes de vida por lo que se trata de disminuir la mortalidad neonatal". Por eso, el primer derecho que figura en el decálogo es el control durante toda la etapa de embarazo y aún antes. "Es ideal que una mujer o una pareja que decide tener un hijo planifique el embarazo y haga la consulta con su obstetra para establecer qué cuidados debe tener para concebir un hijo sano", explican.
Es que hay factores de riesgo como el consumo de drogas, la hipertensión -por mencionar algunos- que aumentan las posibilidades de dar a luz un prematuro. Además, "si ya se tuvo un hijo en esa condición, hay 7 veces más posibilidades de que la prematurez se repita en un nuevo embarazo", explicó De Santis.
Otro de los derechos es que el niño prematuro sea atendido en un lugar adecuado. En este punto, Rinaldi apuntó que "la provincia trabajó mucho con Nación en el programa de regionalización y para eso se cuenta con distintos tipos de maternidades, dos de ellas de alta complejidad: una ubicada en el nuevo Hospital Iturraspe para la zona centro-norte de la provincia, y otra en el Eva Perón, para la zona sur".
"Por eso -insistió- es tan importante que la mujer embarazada tenga los controles pertinentes, con un seguimiento en los centros adecuados de atención que son los más cercanos a su domicilio. Y detectar la prematurez de manera temprana para que sean trasladadas adonde corresponda".
Berenguer es, además de médica pediatra, madre de un niño prematuro, una experiencia que -asegura- "fue muy difícil" y que reafirma su convicción de que "hay que trabajar en la equidad". Así lo cuenta: "Tengo obra social, mi hijo también y el subsistema de salud privado es parte del sistema de salud". Sin embargo, "estas políticas que estamos conversando -que incluye el mencionado decálogo- se desarrollaron más en el sector público".
Cinco años después de esa experiencia, asume que en ese momento sintió "una soledad y un vacío que tiene que ver con lo institucional en el sector privado, teniendo obra social" y "me parece que fue una cuestión de inequidad que desde nuestro rol en el Estado debemos trabajar".
En ese punto, valoró el tratamiento especializado que se recibe en el primer nivel de atención, en particular en las maternidades especializadas que fueron habilitadas en la provincia. "Se seleccionaron dos establecimientos para que los mejores profesionales atiendan a ese niño o niña".
Por último reflexionó sobre el "gran trabajo" que queda por hacer en el sector privado para lograr esa equidad que se procura; tema en el que se está trabajando en conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación, siempre con un concepto de "salud integral".
El otro punto que para Berenguer fue esencial en su experiencia y también en el resto de los casos de prematurez (y así está explicitado en el 5ª derecho) es la lactancia materna. "Sin posibilidades de permanecer todo el día con mi hijo y tampoco de noche, me enfocaba en darle mi leche cada tres horas y ese acto me daba alegría; fue un salvavidas" durante los 42 días que duró la internación en una sala de Neonatología.
El abordaje interministerial, interdisciplinario y con perspectiva de género atraviesa el trabajo del equipo que integra la Dirección de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Salud, que impulsa el fortalecimiento de los primeros niveles de atención.
Además de la prematurez, el campo de acción -que tiene como denominador común una concepción de salud integral- involucra cardiopatías congénitas (el Hospital Alassia está trabajando fuertemente en su recategorización para abordar esta afección con baja y media complejidad), enfermedades crónicas, neurodesarrollo, alimentación y nutrición, emergencias en niñez, reanimación en neonatos y niños; capacitaciones en desarrollo, lactancia materna, pesquisa prenatal y fibrosis quística pulmonar, y trabajo infantil en el marco de la Copreti que reúne a varios ministerios provinciales.
En adolescentes, el eje está puesto en embarazos no deseados, consumos problemáticos y suicidio, siempre en vinculación con otras áreas de salud.
La prematurez se puede prevenir, en muchos casos, por medio del control del embarazo al que tienen derecho todas las mujeres.
Los recién nacidos prematuros tienen derecho a nacer y a ser atendidos en lugares adecuados.
Tienen derecho a recibir atención adecuada a sus necesidades, considerando sus semanas de gestación, su peso al nacer y sus características individuales.
Tienen derecho a recibir cuidados de enfermería de alta calidad, orientados a proteger su desarrollo y centrados en la familia.
Tienen derecho a ser alimentados con leche materna.
Tienen derecho a la prevención de la ceguera por retinopatía del prematuro (ROP).
Un niño que fue recién nacido prematuro de alto riesgo debe acceder, cuando sale del hospital, a programas especiales de seguimiento
La familia de un recién nacido prematuro tiene pleno derecho a la información y a la participación en la toma de decisiones sobre su salud a lo largo de toda su atención neonatal y pediátrica.
Las personas que nacen de parto prematuro tienen derecho a ser acompañadas por su familia todo el tiempo.
Tienen el mismo derecho a la integración social que las que nacen a término.