Un informe de la consultora Aerarium señala que “en noviembre, la Provincia de Buenos Aires (PBA) recibió del tesoro nacional otros $ 6.645 millones adicionales en el marco del Fondo de Fortalecimiento Fiscal (FFF), creado con la coparticipación detraída de la CABA.
“Como resultado -expone- las transferencias discrecionales -pasaron de $ 123.187 millones a $ 302.533millones- mantuvieron el sesgo hacia la Provincia de Buenos Aires, llevándose el 46% del total de giros realizados por el tesoro nacional a las provincias y la CABA”.
La consultora que dirigen los economistas Paulino Caballero y Guillermo Giussi señaló que “entre noviembre de 2019 y 2020, Buenos Aires pasó de recibir $ 43.894 millones a más de $ 139.455 millones (+218%), o sea de una participación del 36% a una del 46% del total transferido.
“En consecuencia, se sigue profundizando el sesgo bonaerense en la política de asistencia financiera del Palacio de Hacienda. Esto pone en jaque el federalismo en la Argentina, nuevamente se retoma el camino de la discrecionalidad político/partidaria y no una distribución objetiva en el marco acuerdos federales entre Nación Provincias y Municipios, como los logrados en el periodo 2016-2019 para la devolución histórica del 15% de la CFI y la solución al añejo problema del Fondo del Conurbano Bonaerense, entre otros”.
Los autores señalan que “mientras el gobierno nacional dio por terminado el período ASPO en la mayoría del país, no terminó de ejecutar el Programa de Emergencia Financiera Provincia lanzado a principios de abril para paliar los efectos de la cuarentena, la provincia de Buenos Aires recibió $ 89.559 millones adicionales vía ministerio de economía incluyendo el FFF. Asimismo, el 51% ($ 6.411 millones) de la distribución de programas alimentarios se destinaron a la PBA.
“En este escenario de caída de los ingresos de las provincias y los municipios, el diseño y ejecución de la política de distribución y asignación de recursos debe dejar de lado la política partidaria y debe privilegiar el bienestar de todos los ciudadanos que están sufriendo las consecuencias de la pandemia”.
En el Programa para la Emergencia Financiera Provincial (PEFP), al 30 de noviembre, Buenos Aires recibió $ 13.446 millones como Ayuda del Tesoro Nacional “no reembolsable”. En el mismo programa, Santa Fe obtuvo $ 9.087 millones, con una diferencia significativa: $ 4.487 millones son ATN que no debe devolver, y $ 4.600 millones son “reembolsables”. Como referencia, se puede mencionar que Córdoba recibió $ 4655 millones en ATN y $ 4.800 millones en créditos del PEFP.
“Distorsiones a sola firma”
A los coeficientes de distribución de coparticipación de las provincias, Aerarium los corrige por los envíos discrecionales del tesoro nacional -es decir lo que envía la Casa Rosada sin criterio legal- que “generan cambios y distorsiones en el mapa federal.
“En efecto, la provincia de Buenos Aires es la más favorecida con un incremento en su coeficiente corregido de distribución del 16.2%, le sigue La Rioja, Neuquén y Santa Cruz con el 11,3%, 6,9% y 2,9%.
En esa comparación, Santa Fe pierde 5,5% y Córdoba 3,5%. En el extremo del perjuicio están San Luis, Catamarca y Tierra del Fuego con pérdidas del 11,1%, 9,0% y 8,9% en sus coeficientes de distribución, respectivamente.
$ 52.335 millones tiene en ATN sin repartir la Casa Rosada. Los puede repartir a discreción de cara al año electoral
Más impuestos, menos consumo
La buena noticia para las provincias es que las transferencias automáticas (establecidas por ley, no las puede alterar la voluntad política de turno) aumentaron en moneda constante 13%, a partir de una expansión nominal del 53.5%.
El mayor aporte de esa mejora provino de la devolución de fondos que el kirchnerismo recortaba y que comenzó a devolver Nación a los gobernadores tras el pacto fiscal de 2016, que supuso 1,2% (24.300 millones) más a los distritos en noviembre, lo que acumula $ 212.300 millones desde el inicio de ejercicio.
La mala noticia para los contribuyentes es que la mejora en la coparticipación provino del aumento en las alícuotas de Bienes Personales (+$ 18.500 M a/a) y “el impuesto a las Ganancias, que registró una suba interanual del 77%, derivado del aumento en los anticipos tras la presentación de las declaraciones anuales en agosto, y una baja base de comparación interanual, dado que en 2019 se implementaron una serie de beneficios a los contribuyentes que conllevan un importante costo recaudatorio”.
Además la recaudación de IVA volvió a acelerar su ritmo de crecimiento (+35%), “aunque con una fuerte caída en la recaudación ligada al consumo interno (Iva DGI) (+18%, interanual, -8pp respecto de octubre).
En cuanto a la recaudación sobre el consumo de bienes y servicios importados, se expandió un 63%, probablemente asociado al adelantamiento de importaciones resultante del desequilibrio en el mercado de cambios. Adicionalmente, la reducción de los reintegros a exportadores (-57%) aportó 4 puntos porcentuales al crecimiento mensual, dado que el IVA bruto creció un 31% respecto al mismo mes de 2019.
En valores absolutos, las transferencias ascendieron a $ 226.744 millones(récord nominal), con un incremento de $ 79.050 millones respecto a lo ingresado durante el mismo mes de 2019, y de casi $ 1.200 millones respecto al mes anterior.