Dinero virtual
Dinero virtual
LUIS BENAVÍDEZ
"Quiero manifestar mi preocupación con respecto a lo que sucede en este mundo financiero internacional. Todos saben que el dólar perdió su respaldo oro aproximadamente en el año 1970. Posteriormente, se dijo que se siguió con el respaldo del crudo, el petróleo. Conforme a algunos economistas renombrados en el mundo, se ha dicho que dichos respaldos desde el 70 que no existen como tales, sino que el dinero que se está manejando desde hace más de 40 años es totalmente virtual. Uno de esos economistas expresaron que una de varias deudas internacionales por el manejo de dinero virtual sería de aproximadamente 4 mil trillones de dólares, es decir que serían el número 4 seguido de quince ceros. Por esa razón, explicaron, el sistema financiero mundial estaría a punto de cambiar. Como realmente uno no es ducho en esto, quisiera pedir al diario, si alguien de su equipo de periodistas podría explicar esta situación. Si es así o no. Muchas gracias".
Tirar todos para el mismo lado
ENRIQUE
"Escuché en un medio de difusión que alguien sugirió que la población argentina debía tener la posibilidad de armarse, para contrarrestar los delitos que se suceden a diario. Realmente, sé qué tienen en la cabeza los que dicen tales cosas. La violencia engendra más violencia, y nos quieren inculcar el Fart West de los norteamericanos. Quienes tienen esa mentalidad violenta muestran la calidad de sus corazones. En EE.UU. de Norteamérica existe esa posibilidad constitucional, que todo el mundo puede estar armado. Así les va. En Argentina falta otra cosa. Falta educación, trabajo, oportunidades, igualdad, reparto de la riqueza a través del trabajo. Argentina está caída culturalmente, además de financieramente. Y el odio, ese maldito odio entre argentinos que nos ha hecho tanto daño. Hace falta honestidad en los políticos, en los empresarios, gremialistas, trabajadores, ciudadanos, y tirar todos hacia el mismo lado. Entonces sí que veremos un país distinto al que vemos a diario".
Disenso
PROF. MARÍA TERESA REARTE
Disiento con las declaraciones del presidente de la Nación en las que, refiriéndose a la promulgación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, un eufemismo para designar el aborto, dijo: "Estoy muy feliz de estar poniéndole fin al patriarcado." En mi opinión no le puso fin al patriarcado. Le dio status legal.
La mujer seguirá sobrellevando en soledad su decisión de abortar. Cargando sobre su conciencia la eliminación de la vida que se gestó. Y sobrellevando en su salud y su persona, la penosa experiencia del aborto. Es triste ver que una población de adolescentes y jóvenes inmaduras y desinformadas quieran vivir la sexualidad ignorando las consecuencias que pueden derivarse de su participación en la misma. Y sin conciencia de la alteridad. Esto es, del respeto que demanda la vida humana concebida de ese huésped -distinto de sí mismas- que puede llegar a anidar en ellas como resultado de acciones apresuradas y culturalmente promovidas.
Además, ese ser gestado es la resultante de la intervención de un otro diferente, que puede o no reconocer la paternidad de la nueva vida. Rechazarla, serle indiferente, o ser sólo el producto de la promiscuidad, la violencia, el machismo, etc. No se reclama ni siquiera el derecho de estar informado de un aborto porque detrás de esa pretendida conquista de un "derecho" a abortar por parte de la mujer, se está justificando el propio "derecho" a ejercer la sexualidad sin compromiso alguno.
La figura paterna está desdibujada. Y se legitima como un "derecho" de la mujer a asumir sola la decisión, y hasta se la empuja a adoptarla influyendo sobre ella, presionándola, o se la abandona. En tanto que los varones alientan su propia pulsión sin medir su responsabilidad ni las consecuencias de sus actos.
Es ambiguo y peligroso el mensaje para las niñas y adolescentes madres que se presente la opción por el aborto como una derrota del patriarcado. En ese marco de irresponsabilidades se pone en evidencia que se pasa por alto la dignidad de la persona humana, involucrada en el ejercicio de la sexualidad. También las diferencias entre el varón y la mujer. Pero ¿se puede esperar una concepción personalista de los seres humanos y de sus conductas en un proyecto elaborado por el "talento" de los asesores del presidente argentino, que todos conocemos?
Se difundieron también declaraciones del Sr. Presidente en el programa Corea del Centro, donde había anticipado que si eventualmente hubiera alguna queja del Papa Francisco, le diría lo mismo que el presidente francés Valéry Giscard D'Estaing le respondió al Papa Pablo VI, al legalizar el aborto en Francia en 1975. El que dijo: "Yo gobierno para muchos franceses que no son católicos". "A mí me pasa más o menos lo mismo", afirmó el presidente argentino.
Olvida el Sr. presidente que el tema -primariamente- no tiene que ver con la fe cristiana de los ciudadanos. Sino con principios éticos referentes al valor inviolable de la vida humana desde el momento mismo de la concepción. El que no defendemos con argumentos religiosos en los que podemos disentir, sino con datos provenientes de la ciencia médica, como bien lo argumentó el fallecido ex presidente uruguayo Dr. Tabaré Vázquez, cuando vetó el proyecto abortista de su propio partido, siendo él un médico agnóstico. Pero dotado de eminente respeto por los aportes de la ciencia médica tanto como por el juramento hipocrático de su profesión.