Hace poco menos de una semana que barrio San Agustín está atravesado por hechos mafiosos.
La víctima es una jovencita, de 15 años, que presenció un asesinato. Horas después delincuentes la tirotearon para que no hable.
Hace poco menos de una semana que barrio San Agustín está atravesado por hechos mafiosos.
La odisea comenzó la noche del miércoles cuando un adolescente fue acribillado a tiros en plena calle.
Eran cerca de las 20.30 cuando Alexis Emanuel Galván, de 16 años, se encontraba en la zona de calle Chaco al 7300, esto es, en el corazón del citado barrio.
De pronto aparecieron en la escena cuatro sujetos, los que se conducían a bordo de dos motos. Uno de los recién llegados bajó de la moto y fue al encuentro de Galván que ni tuvo tiempo de intentar un escape.
Segundos después, el desconocido comenzó a disparar enloquecidamente contra el jovencito (se cree que el agresor vació dos cargadores completos), para luego darse a la fuga.
En medio del drama un familiar trasladó a Galván hasta el hospital Iturraspe donde ingresó ya fallecido. Según se supo su cuerpo presentaba cerca de 20 impactos de bala.
Aquella jornada durante gran parte de la noche y hasta altas horas de la madrugada se observó un gran despliegue de camionetas, patrulleros y personal policial, que tenían como objetivo no solo la búsqueda de los sospechosos del crimen, sino evitar posibles represalias.
A la luz de lo acontecido, ese objetivo sólo se cumplió en parte aquella noche, porque luego todo se desmadró.
"También hay para vos"
Como dijimos, el asesinato de Galván se perpetró en plena calle.
Y el destino le jugó una mala pasada a una adolescente que, en esos momentos regresaba de hacer un mandado en el kiosco Los Gorditos, y se topó con la horrible escena.
La jovencita (tiene 15 años) quedó paralizada en medio de los disparos. Para colmo de males el homicida antes de emprender la retirada, advirtió la presencia de la chica.
Fue entonces cuando sin tapujos le apuntó con su arma y le gritó : ¡ojo que también hay para vos!"
Pesadilla en carne propia
A partir de entonces tanto la adolescente como su madre, que se domicilian a pocas cuadras del lugar del crimen, comenzaron a ser objeto de acciones intimidantes.
"Desde entonces a toda hora nos arrojan cascotazos contra nuestra casa y desde lejos nos gritan que nos van a matar", relató Estela (la madre de la menor) en diálogo con El Litoral.
Y el hostigamiento llegó a su punto más dramático durante la tarde del sábado, cuando la jovencita fue atacada a tiros.
"Mi hija había salido a hacer un mandado. Iba caminando por Chubut al 7300 cuando ve a un muchacho que estaba en la esquina a bordo de una moto, el que comienza a efectuarle disparos. Por suerte ninguno de los tiros le pegó", agregó.
Maltrato policial
La adolescente llegó muy asustada a su casa y ni bien contó lo sucedido a su madre, juntas fueron a hacer la denuncia a la subcomisaría 17ma".
Pero lejos de hallar una solución, los problemas continuaron.
"El jefe de la seccional nos trató muy mal. En ningún momento tuvo consideración por nosotras ni mostró el mínimo interés. Tampoco nos ofreció ninguna custodia, ni nada de seguridad. Cuando le pregunté por ese tema me dijo 'señora, la custodia la tiene que ir a pedir a la Fiscalía".
"Nosotros somos gente humilde que nos movemos en colectivo. Yo ni siquiera sé donde queda la fiscalía. Tampoco me dijo a qué dirección tenía que ir… una vergüenza de policía", se quejó.