Formación médica en pandemia: un ida y vuelta entre esenciales
El desafío de llevar adelante una carrera con impronta fuertemente presencial, en el contexto de las restricciones de la pandemia. Qué va a pasar con las prácticas y un dato inesperado: muchos más inscriptos para este año
Flavio Raina Larisa Carrera, decana de Ciencias Médicas de la UNL, frente al Centro de Simulación y Entrenamiento Interprofesional en Salud, un espacio clave para la capacitación de personal sanitario.
¿Cómo se resuelve la ecuación entre presencialidad y virtualidad en carreras que requieren del contacto directo con otras personas? ¿Y qué pasa si se suma otro factor a esa ecuación que es la altísima demanda del personal docente fuera del ámbito académico en un momento crucial para todo el planeta? Tanto interrogante tiene a las carreras de salud como constante, a la pandemia por Covid-19 como variable y a sus docentes que, en la mayoría de los casos, están demandados al mismo tiempo por el sistema sanitario público y privado como uno de sus protagonistas; los otros son los propios estudiantes que van a ingresar a un mundo profesional declarado "esencial".
Larisa Carrera es la Decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNL y en este diálogo con El Litoral repasa los desafíos que la academia afrontó y seguirá afrontando cuando la pandemia permita un respiro: "No va a ser la misma universidad", vislumbra como un aspecto de la nueva normalidad que seguramente será otra bien distinta.
- Estás al frente de la carrera de Medicina, y salud fue el área más exigida durante 2020. ¿Cómo fue atravesar ese año?
- Las carreras de Salud, Medicina, Enfermería, Licenciatura en Obstetricia, todas las que necesitan un porcentaje importante de práctica y de relación con los efectores de salud y con los profesionales se vio muy impactada por la pandemia. Si bien todas las carreras se vieron resentidas en su dinámica académica, aquellas que tienen prácticas han sido particularmente afectadas, sobre todo las que, además de talleres y laboratorios -que ahora están autorizados con protocolos- necesitan de la inmersión en el sistema de salud.
Primero, fue atravesar el proceso formativo en la pandemia, que ya es un problema para cualquier facultad y carrera. Y el otro tema fue atravesar la pandemia desde una Facultad de Medicina que estaba muy demandada: teníamos demanda de voluntarios y de capacitación de los equipos profesionales.
Resiliencia
La demanda tuvo respuesta y en el Centro de Simulación que la casa de estudios inauguró en marzo de 2018, se capacitó durante el año pasado a unos 500 profesionales sanitarios, entre médicos, enfermeros, anestesistas y técnicos en emergencia. La tarea estuvo a cargo de docentes y fue voluntaria. "La resiliencia de los profesionales y de la universidad ha sido maravillosa", reconoce Carrera y lo explica: "El 90 % de las personas que trabaja acá siguió trabajando afuera en los sistemas de salud"
La demanda fue por partida doble: la que alimentaba la pandemia sobre el sistema sanitario y la que impuso la "nueva normalidad" para pensar como docentes en otras prácticas de enseñanza-aprendizaje, con la virtualidad omnipresente y las prácticas postergadas.
Flavio Raina Presencial y con protocolos. Una práctica final obligatoria en Urología de la carrera de Medicina.
Presencial y con protocolos. Una práctica final obligatoria en Urología de la carrera de Medicina.Foto: Flavio Raina
Para Carrera, "la pregunta fue: ¿está la Facultad de Medicina a la altura de lo que la situación requiere?" La respuesta está en los hechos que ella misma describe: "Ciencias Médicas siguió abierta en pandemia para capacitar a grupos de hasta 9 personas, con todos los protocolos. Aquí vino gente del quirófano del Hospital de Niños, de las guardias de los hospitales, del 107 (fueron los primeros), anestesistas. Se trabajó en el manejo de pacientes Covid y de elementos de protección personal, simulaciones en quirófano, traslados desde el domicilio al hospital, dentro del efector de salud. Y nadie se contagió".
Como se dijo, el Centro fue inaugurado en marzo de 2018 con la certeza de que "la simulación es una estrategia muy importante para la formación de profesionales ya que permite generar situaciones que se asemejan mucho a la vida real y trabajar en la reacción de cada persona frente a esa situación y en la toma de decisiones". Si algo quedó claro durante la crisis sanitaria fue la importancia de "cuidar al equipo" y para eso la capacitación se hizo con un criterio interprofesional: "Desde hace años venimos abordando este aspecto porque en salud el trabajo se hace con otra persona al lado, que cumple otra función pero tiene que saber lo que estoy haciendo para que podamos funcionar bien".
- ¿Podemos decir que esa fue una enseñanza que dejó la pandemia?
- Es la línea de trabajo que desde el año 2016 se viene promoviendo desde la OPS. Ese año se hizo una reunión técnica en Bogotá (Colombia) y se empezó a trabajar mucho en América Latina con la educación interprofesional en salud. Cuando inauguramos el Centro en 2018 le pusimos justamente ese nombre. Así es como se trabaja y se hizo la capacitación que fue organizada por equipos y en los diferentes escenarios.
Día por día
- ¿Qué impacto tuvo la pandemia en la Facultad?
- No se podía garantizar que se recibieran los estudiantes sin que se hicieran las prácticas que, por este contexto, tampoco podían ingresar a los efectores de salud. Un ateneo se puede hacer de manera virtual, pero hay actividades que tienen que ser presenciales. Se estudió el tema con facultades de todo el país y se planteó que si no podíamos tener prácticas no habría graduados hasta la siguiente cohorte: en consecuencia, los estudiantes que comenzaron en marzo del año pasado aún no terminaron; lo harán cuando concluyan sus prácticas finales y se van a recibir en abril cuando tendrían que haberlo hecho en diciembre.
El 2020 fue un año en que esos estudiantes tuvieron sólo cursado virtual desde el principio hasta el final con exámenes, trabajos permanentes y tutorías. La respuesta de los docentes fue fantástica. Todas las cátedras tienen su entorno virtual, pero hubo que repensarlo. La Universidad compró licencias de plataformas virtuales para que pudiéramos dictar las clases, pero las prácticas quedaron pendientes y hubo que reformular cuándo se iban a concretar. De cualquier manera, hay cosas que van a replantear el proceso formativo en las carreras de salud.
- ¿Qué cosas tendrían que replantearse?
- Durante esta cuarentena y el año pasado hicimos muchos encuentros virtuales con universidades de Latinoamérica, universidades españolas, con algunas italianas, francesas, inglesas, de Estados Unidos. Cada institución resolvió el tema como su propio sistema se lo permitía: en algunos lugares del mundo hubo una graduación adelantada de estudiantes como es el caso de Bélgica donde se hace un año de práctica final y luego reciben el título: pero en ese año es el Estado el que determina donde envía al estudiante a hacer la práctica.
En nuestra Facultad, un tercio de estudiantes de práctica final está en Entre Ríos y allá la están realizando para no concentrar todo en la ciudad de Santa Fe donde, además, la organización de sistema de salud para enfrentar la pandemia determinó que los hospitales públicos fueran, fundamentalmente, quienes recibieran a pacientes Covid.
Eso hacía muy complejo el ingreso de estudiantes y por otro lado hubo una reconfiguración interna en los hospitales para abordar la Covid.
En la provincia tenemos población de estudiantes que viven aquí y otra en localidades del interior y que en su momento (por la ASPO más estricta) no podían venir. Para esos estudiantes trabajamos con efectores de salud del interior y a través de los directores de los Samco se establecieron cuáles eran las prácticas que necesitábamos para nuestros estudiantes que fueron muy bien recibidos: la pandemia apuró la experiencia que esperábamos empezar el año pasado con una pasantía rural.
Con respecto a estudiantes de Santa Fe, más allá de la complejidad en la organización del sistema público de salud se pudo trabajar con sanatorios privados en prácticas que incluyeran el trabajo en sala, en guardia y el manejo de pacientes en internación. Y vamos saliendo adelante, pero es todo artesanal y uno por uno.
- Y día por día.
- Durante todo el año pasado programamos actividades para "dentro de dos meses", y cuando llegaba esa fecha teníamos que reprogramar. Íbamos trasladando ese módulo de práctica de cada uno de los años de la carrera un poco más adelante. Así como los estudiantes de este año tuvieron que hacer más de un año de práctica final porque entraron en marzo y se van a recibir en abril, nos va a pasar lo mismo con los nuevos grupos que están ingresando a los últimos años.
Una además trabaja con el manejo de las ansiedades porque los estudiantes quieren seguir avanzando, los profesionales están trabajando, la demanda del sistema de salud está aumentada y se hacen malabares con esta realidad. Muchos de los profesionales que trabajan en la Facultad son muy demandados por el sistema sanitario, están a cargo de áreas Covid y en las guardias.
Otra normalidad
- ¿Qué cambios imaginas a partir de esta pandemia?
- Esta pandemia nos va a dejar unas cuantas enseñanzas, vamos a tener que repensar muchas cosas. Entre los contenidos va a requerir un abordaje más profundo el tema de inmunidad y vacunación. Pero también hay que pensar en la formación de posgrado y las especialidades médicas que hoy han sido críticas, se han necesitado, como terapia intensiva. Más allá de todo lo que venimos trabajando, habrá que repensar cómo se van a hacer las prácticas, adónde se van a hacer, va a exigir que en la formación de posgrado revisemos unas cuantas cuestiones para hacer frente a este escenario rápidamente. No va a ser la misma universidad ni la misma escuela.
- La nueva normalidad ya es otra normalidad.
- La virtualidad abrió un mundo desconocido para muchos docentes, permitió ver la riqueza y la posibilidad de llegada de esta herramienta. Es cierto que no siempre la conectividad es buena, que no todas las localidades tienen cobertura en Internet y eso es una limitación. Pero también es cierto que para quien no se puede trasladar a otro lugar por el costo, estudiar desde su casa le da una posibilidad diferente.
Este escenario nos abre un abanico de posibilidades y va a cambiar la forma en que se enseña y se aprenda. Más allá de que se vuelva a la presencialidad, la virtualidad va a permitir trabajar de otra manera.
Notable aumento de inscripciones
La cantidad de inscriptos e inscriptas a las carreras que se dictan en la Facultad de Ciencias Médicas creció entre un 20 y un 25 %: la estimación corresponde a Medicina, Licenciatura en Obstetricia y Tecnicatura en Emergencia.
¿A qué se atribuye ese incremento? ¿A que la pandemia hizo revalorizar el rol del personal sanitario? Para la decana de Ciencias Médicas, Larisa Carrera "las profesiones vinculadas con la salud han estado más visibles y eso hace que más personas las elijan. También hay una clara evidencia de la necesidad de trabajadores de salud. Estas son carreras con mucha salida laboral, son versátiles y permiten el ejercicio profesional diferente".
"La pandemia puso al sistema sanitario en primer plano, pero también hizo visible las necesidades y la importancia de que éste se fortalezca: veamos, si no, en cuántos años hemos tenido el Sars, la Gripe A y ahora esta pandemia.