Se conoce como incontinencia urinaria la pérdida de control de la vejiga, que varía desde una pequeña pérdida de orina al estornudar, toser o reírse a la incapacidad total de controlar la orina. Aunque se piensa que es un tema frecuente, no es normal.
Según indicó a El Litoral la Lic. Gimena Manazza (kinesióloga, Mat. 836), “el mensaje para la población es que mucha gente piensa que es algo común, por la edad, ante determinadas situaciones y en realidad tiene tratamiento, muchas veces solución y lo importante es determinar la causa determinar la causa detrás de ese síntoma y el tratamiento adecuado”.
La profesional -que se desempeña en el Centro Dr. Laureano Maradona que depende de Jerárquicos Salud- también explicó que “el tratamiento puede ser medicamentoso, quirúrgico, y la rehabilitación con kinesiología de suelo pélvico, que puede ser complemento del tratamiento médico y quirúrgico, cuando la cirugía es inevitable la rehabilitación facilita el proceso de recuperación posterior”. En el mismo sentido, detalló que varía, dependiendo del tipo de sintomatología: “Vamos a poder tener incontinencia de esfuerzo, que se asocia a los aumentos de presión dentro del abdomen como toser, estornudar, reír...tenemos la incontinencia de urgencia, que se asocia al deseo urgente de orinar, y, después, una mixta, que sería una combinación de las dos anteriores; en el caso de incontinencia de fuerza, está muy relacionada y es muy frecuente con mujeres con antecedentes de embarazo, partos vaginales, menopausia...y en el hombre está más relacionado con las cirugías prostáticas”.
Tenés que leerFestejos por el aniversario del CIBYS con actividades en la costaneraEn cuanto a la rehabilitación, Manazza aseguró que algunos casos se resuelven rápido, “como las que están asociadas a aumento de la presión dentro del abdomen, la incontinencia de fuerza, donde uno resuelve en pocas sesiones mejorar la gestión de presión y la fuerza de la musculara”, pero “la incontinencia de urgencia lleva más tiempo de tratamiento porque hay protocolos específicos como la neuromodulación posterior que tiene, por lo menos, dos meses de tratamiento, con una frecuencia de dos veces por semana”.
En el Centro Dr. Laureano Maradona se abordan con diversas técnicas las diferentes disfunciones a nivel del suelo pélvico. “Dentro de las técnicas manuales -enumeró la kinesióloga-, se realizan masajes, tratamiento de puntos gatillo, entrenamiento muscular asistido digitalmente y toma de conciencia del suelo pélvico; pero también hay técnicas instrumentales como la electroestimulación, la neuromodulación del tibial posterior, y la tecnología BTL EMSELLA una silla que genera corriente electromagnética focalizada de alta intensidad que generan contracciones supra máximas de la musculatura del suelo pélvico”.
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