Esta semana finalizará el período de sesiones Extraordinarias de la Legislatura, que mostrará uno de los más bajos trabajos parlamentarios de los últimos años; producto de la conformación elegida por la ciudadanía para las cámaras parlamentarias, pero también de la escasa voluntad de diálogo serio y con ansias de encontrar puntos de entendimiento.
En el haber habrá que señalar que la Legislatura se ocupó de votar la ley de leyes -Presupuesto 2021- y la respectiva norma tributaria, que luego debió ser corregida en el tema Patentes cuando ni el Ejecutivo ni las cámaras detectaron a tiempo el fuerte aumento de ese tributo.
Lo demás aguarda definiciones. Dentro de ello, dos temas muy caros para la administración de Omar Perotti, como son los proyectos de ley para el llamado plan de conectividad y los tres instrumentos jurídicos para la seguridad pública. Los avances fueron casi nulos. En conectividad apenas la respuesta del área respectiva de la cartera de Gestión Pública a un extenso cuestionario elaborado en la Comisión de Obras y Servicios Públicas que preside la socialista Clara García. En seguridad, nada de nada aún, pese al cambio de ministro y los llamados al diálogo que realizó Jorge Lagna quien dice conocer los pasillos de Legislatura.
En contraposición a las leyes, en las pocas sesiones realizadas entre diciembre y abril, ambas cámaras votaron cientos de declaraciones, comunicaciones y pedidos de informes que marcan diferencias con las políticas de la Casa Gris y que jalonan los desencuentros no solo de la oposición sino también algunos sectores del justicialismo con la administración de Omar Perotti.
Los sucesivos ajustes en el gabinete provincial fueron habilitando mayores espacios de diálogo en la política santafesina, pero todavía no alcanzan para acordar algunas herramientas legales que dice necesitar la administración. La proximidad del proceso electoral no ayudará a limpiar las rispideces existentes desde el inicio de la gestión, donde incluso el gobernador en su primer mensaje fue extremadamente crítico con la administración saliente.
En la semana que pasó hubo un gesto del Frente Progresista que no pasó inadvertido en la Casa Gris: la suspensión de la reunión con la ministra de Salud, Sonia Martorano, que había sido convocada para el último jueves por la comisión de Salud y los jefes de bloques. En momentos donde el sistema de salud está al borde, con mayores restricciones de circulación, los líderes parlamentarios del Frente consideraron conveniente postergar el encuentro y evitar que se intente comparar a Santa Fe con la disputa pública y judicial por las clases entre el gobierno central y el de CABA. La ministra, que ya tuvo varios encuentros con la comisión de Salud, había trabajado con diputados justicialistas la estrategia de la reunión que apuntaba fundamentalmente a la política sanitaria ante la pandemia y sobre el programa de vacunación.
En Casa Gris se trabaja en un esquema de mayor comunicación con los bloques justicialistas de ambas cámaras, acercando posturas y tratando de evitar sorpresas. La mirada mayor sobre el Senado con un objetivo claro, no permitir que 13 senadores voten juntos y conserven la mayoría especial que puede complicar a la gestión.
El jueves ambas cámaras harán su sesión Preparatoria, que implica la elección de autoridades para los futuros 12 meses. Días de rumores en pasillos sobre posibles cambios que muy pocas veces ocurren. En el caso de Diputados, en principio incumpliendo el propio reglamento que ordena realizar esa reunión el 25 de abril o el siguiente día hábil. El socialismo propone mantener las mismas autoridades aunque la internación de Miguel Lifschitz abre interrogantes reglamentarios sobre la jura para el nuevo mandato. Interrogantes que se deberán subsanar con un acuerdo político entre todos los bloques políticos y que se empezará a tejer este mismo lunes.