Anahí Carrizo juega el partido más difícil de su carrera. En la primera línea de salud, habla del presente y le pide a todos que se cuiden en el día del clásico.
Guillermo Di Salvatore Anahí Carrizo, la capitana de Colón en el femenino, cuenta la cruda realidad que atraviesa hoy cuando faltan pocas horas para el clásico.
El nuevo coronavirus puede ser letal, o nada del otro mundo. Puede dejar a una persona en la unidad de cuidados intensivos conectado a un respirador, aislado de su familia y enfrentando una muerte solitaria; o puede llegar e irse sin dejar una marca, como un patógeno fantasma que es más rumor que realidad.
Tras más de 14 meses en una pandemia que ha matado y seguirá matando a muchas personas alrededor del mundo, los científicos todavía están tratando de entender la naturaleza enormemente cambiante del COVID-19, la enfermedad causada por el virus. Hoy, algo aliviados, los seres humanos, agradecen la vacuna que llega lentamente para ayudar a no sufrir, a no morir. Tanto y tan poco.
En Santa Fe, más allá de lo que estamos viviendo, contagios y muertes a diario, la ciudad, uno de las más futboleras de nuestro país, todavía no entendió lo que está pasando o lo que puede pasar si no tomamos conciencia.
El Litoral, como en cada clásico de los equipos de Santa Fe, entrevistó, entre otros, a Anahí Carrizo, la capitana, la más importante, la dueña de la pelota en el equipo de fútbol femenino del sabalero. Sin saber que afuera de la cancha también es y será una de las grandes batalladoras en su lucha contra el virus. En la primera línea y perteneciendo al área de salud se animó a dar una opinión sobre el partido de hoy, sin antes dejar un mensaje tan importante como conmovedor para los hinchas de uno y otro equipo.
"Se viene un nuevo clásico y debemos disfrutarlo como tal pero quedándonos en casa. A ver, seamos claros, ¿que no entendieron todavía?, estamos pasando por un momento crítico, duro, creo que el más difícil de todos. Hoy, debemos cuidarnos más que nunca. Se infectan muchas personas por día y mueren también. Si queremos un clásico en paz, pués, quedémonos en casa", así comenzó el relato del difícil momento que estamos atravesando quien es la capitana de la vida de cada uno d los santafesinos.
-¿Qué es el fútbol para vos?
-Es pasión, amor por el deporte... Hoy, es una salida al tremendo estrés que enfrentamos diariamente tratando de salvar vidas humanas. La realidad indica que estamos mal, muy mal y parece que no terminamos de entenderlo. Los hospitales están completos y por eso necesitamos que se cuiden que se protejan y cuiden a los demás. El domingo se juega un partido de fútbol, nada más. La vida después del clásico debe seguir, debe continuar y para que eso ocurra no debemos festejar nada fuera de nuestras casas.
-¿El peor día ya llegó o debemos seguir esperando?
-Todos los días son complicados, difíciles. Ojalá podamos hablar del virus en tiempo pasado pero no. La realidad indica que falta mucho y por eso pedimos a todos que se cuiden. No debemos llegar al momento de tener que elegir a quien atendemos y a quien, no. Acá hay guerreros de la salud y en eso se pueden quedar tranquilos. Estamos dispuestos a dar todo para cuidar personas o salvar las vidas de los más complicados.
-¿Sos fuerte ante la adversidad?
-Soy un ser humano como cualquiera. Me duele ver la realidad y por eso, como todos mis compañeros, damos todo para seguir adelante en ésta lucha cruda y real.
-¿Se soporta el dolor ajeno?
-Muchos creen que somos imbatibles y la verdad que nos caemos a pedazos. Hay momentos que te dan ganas de salir corriendo pero no, hay que estar porque amamos ésta profesión.
Guillermo Vogt En el ámbito liguista, las chicas ya pudieron disfrutar de su clásico antes del parate y fue victoria rojiblanca.
En el ámbito liguista, las chicas ya pudieron disfrutar de su clásico antes del parate y fue victoria rojiblanca.Foto: Guillermo Vogt
-Después de terapia ¿Cómo se llega al hogar?
-La salida del hospital siempre es complicada. Hacés dos pasos y mirás hacia atrás porque al día siguiente no sabés quien se fue de éste mundo y quién espera a ser salvado.
-Lágrimas y contención van de la mano. ¿Quién te protege y entiende cuando llegas a tu hogar?
-Mi pareja es la contención, la descarga, el amor y el abrazo que necesitamos cada día. Hace uno días lloré mucho tiempo, no tenía consuelo, la pasé mal....
-¿Tenía que ver con la realidad?
-Sí, no pude soportar tanto dolor. Después, con la descarga lógica de emociones fuertes, todo vuelve a la realidad y volvés a empezar.
-Con éste relato ¿qué lejos queda un partido de fútbol?
-Soy muy sabalera y deseo que gane Colón para aliviar tanta angustia. Hoy, como está planteado todo, no se si podré ver el partido. La mente y el corazón están en otro lugar. No faltará oportunidad para volver a sentir la pasión que despierte en mí Colón.