Exigen penas de 40 y 25 años de prisión para un joven (22) y su tío (44) en el debate que comenzó este jueves y que juzgará 14 hechos distintos. Entre estos, los más graves son los homicidios de Alejandro Florencio Benítez y Pablo Daniel Gómez, que conmocionaron al barrio Santa Rosa de Lima en febrero y marzo de 2018.
Los fiscales de la Unidad Especial de Homicidios Ana Laura Gioria y Martín Torres pretenden lograr duras penas para Walter Máximo Alberto Porucznik -señalado como coautor del asesinato de Alejandro Benítez- y para su sobrino y cómplice, Alfredo Javier Porucznik, acusado de 13 hechos más, entre los que se encuentran otro homicidio y uno en grado de tentativa, lesiones, robos y haber baleado al menos 7 viviendas.
El tribunal de juicio está compuesto por la Dra. Susana Luna -presidenta-, y los Dres. Nicolás Falkenberg y Pablo Ruiz Staiger, quienes se prevé que darán a conocer su veredicto el jueves 8 de julio. La defensa de ambos acusados está a cargo de los abogados particulares Germán Corazza y Juan Aguiar, quienes pretenden la absolución de culpa y cargo de sus clientes.
Luego de realizar una investigación prolongada y compleja, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de delitos cometidos por el menor de los imputados, la fiscalía confía en que "se pudo reunir evidencia suficiente" y que logrará "demostrar más allá de toda duda razonable que los hechos ocurrieron tal y como fueron atribuidos".
El homicidio de Alejandro Benítez tuvo lugar la madrugada del 17 de febrero de 2018, y es la única imputación que comparten tío y sobrino. A bordo de una motocicleta que era conducida por el menor, ambos pasaron frente a la casa de Juan de Garay al 4500 donde vivía la víctima y realizaron disparos contra la fachada. Esto despertó a Benítez, que salió a mirar qué pasaba, y fue entonces que la moto reapareció y Walter Porucznik le disparó en el pecho. Benítez agonizó durante dos días en el Hospital José María Cullen, y falleció.
El otro homicidio, que tuvo como víctima a Pablo Daniel Gómez, ocurrió un mes después. Este fue atribuido sólo a Alfredo Porucznik, al igual que los 12 delitos restantes. Sucedió alrededor de las 19.30 del 13 de marzo, cuando el imputado circulaba en auto por calle Padre Quiroga y al llegar a la altura del 2500 avistó a la víctima y le disparó. Gómez sufrió una herida en el pulmón derecho y a pesar de que lo trasladaron al Cullen, perdió la vida en el camino.
La fiscalía pretende que se condene a Walter Porucznik por la coautoría del "homicidio calificado por el empleo de arma de fuego" a 25 años de prisión, y se lo declaró reincidente. En cuanto a su sobrino de 22 años, solicitan la pena de 40 años de prisión por la coautoría del mismo hecho, y la autoría de otros dos "homicidios calificados": uno consumado (el de Gómez) y otro tentado (ocurrido en octubre de 2017).
Además, se lo acusa de "abuso de armas reiterado en siete oportunidades" luego de haber efectuado disparos contra el frente de viviendas del barrio Santa Rosa de Lima, de "hurto de vehículo dejado en la vía pública", y de "robo calificado por el empleo de arma de fuego en dos oportunidades". De estos, uno fue tentado y el otro consumado, ya que el joven intentó y logró sustraer elementos de dentro de dos autos estacionados en inmediaciones de calles San Jerónimo e Hipólito Irigoyen.
"Las conductas violentas emprendidas por los imputados se encuentran contempladas en nuestro ordenamiento penal como de las más graves entre todas las previstas", sostuvo en sus alegatos la fiscal Gioria. También recordó que "estos hechos truncaron dos vidas, una de ellas la de un jefe de familia y, la otra, de un joven a quien todavía toda su familia llora". Los Porucznik, tío y sobrino, "demostraron un evidente desprecio por la vida humana, por la propiedad ajena y por los carriles por lo que debería discurrir la vida en sociedad", concluyó.
A su turno, la defensa sostuvo la inocencia de sus clientes y planteó que "quedará demostrada mediante las pruebas". Corazza y Aguiar sostuvieron que "los elementos y evidencias recolectados no resultarán suficientes, ni eficientes, para tener por acreditada fehacientemente y sin duda alguna la autoría y responsabilidad que se atribuye a nuestros defendidos".
También resaltaron que "existen numerosas contradicciones en las diversas declaraciones testimoniales que fueron recabadas por la fiscalía", al igual que "irregularidades en la obtención de evidencias por parte del personal policial". Para ellos, "el proceso es ilegal e ilegítimo porque se ha llevado a cabo violando principios fundamentales -como el debido proceso legal, el principio de congruencia y la defensa en juicio-, atribuyéndose conductas erróneas desde el primer momento" de la investigación. Por esto, solicitaron la absolución de culpa y cargo de sus clientes.
Tras culminar con los alegatos de apertura, el tribunal se dispuso a comenzar a escuchar a los testigos, que desfilarán por la sala 6 de tribunales durante las próximas semanas.