El actor argentino Gerard Flores, radicado en los Los Ángeles, inició una carrera como cantante que lleva cinco singles, en los cuales busca combinar el entretenimiento con un mensaje de inclusión. De esta propuesta conversó El Litoral con este artista integral.
Hace varios años, el argentino Gerard Flores se radicó en Los Ángeles consagrándose como actor; su carrera incluye títulos como “My Secret Lake” (Amazon Prime”, “From Dusk Till Dawn: The Series” y “Harbinger: The Movie”. Además de escribir y producir la serie web “Just Living”, también disponible en Amazon Prime, con la que consiguió premios como Mejor Director y como Mejor Comedia en distintos festivales de Estados Unidos y Europa.
Pero su vocación lo llevó a la música, siempre con la idea de mostrar la realidad sobre temas sociales y promover mayor inclusión, tal como lo ha plasmado en cada uno de sus videoclips. Su último lanzamiento fue “Tu eres para mí”, publicado el 27 de agosto.
De esta carrera en ascenso habló con El Litoral, como así también de la pasiones que lo movilizan.
Relaciones tóxicas
-¿Cómo nació “Tu eres para mí”, tu último single? ¿Cómo salió después el video con esa estética vintage?
-Esta canción es mi quinto sencillo; con la canción “Ya no vuelvas” hablamos un poquito sobre relaciones tóxicas, y de cómo dejarlas ir. Y con esta canción dije “quiero continuar un poquitito con eso”, y hablo un poco sobre cuando uno se da cuenta de que la persona que quiere ya no está más con uno; y entonces hace todo lo posible, te desesperás y empezás a llamar, a decir “volvé, volvé, dejalo, volvé conmigo”. Entonces es un poco tóxico también ese lado: ya está, la otra persona siguió de largo, tiene otra vida: está en otra ya, entonces dejala ir. Es un poquito la continuación de eso, es como el otro lado.
Para el video tenía una idea: quería que la canción empiece conmigo hablando por teléfono y cantándole a esta persona todo esto que yo sentía. Aparte la canción dice: “Llama cuando quieras”, entonces el teléfono tenía que ser algo muy importante en este video. Y encontré esta locación que es maravillosa, con mucho color. En cada video o canción intento dar un mensaje: ya sea por la letra o por la imagen; y en esta quise mostrar cuerpos normales: que los bailarines sean con cuerpos normales, y mostrar que somos todos iguales, que no importa si sos más alto, menos alto, más bajo, menos bajo. Todos vamos a estar esperando por esa llamada, y todos en algún momento vamos a estar desesperados por esa persona que queremos: no importa como seas, como luzcas.
Entonces quisimos tener bailarines con cuerpos normales, que todo mundo se puede sentir identificado con eso: no los perfectos que siempre se ven en la tele. Esa fue un poco la idea de descontracturar un poco eso: que todo tiene que ser perfecto. Justamente en la canción nada es perfecto: estamos “no, por favor, volvé, volvé”. Es todo una idea.
Aprendizajes
-Hablabas de “Ya no vuelvas” que había sido la primera canción que escribiste solo, al igual que esta. ¿Qué cosas te permite expresar esta autoría exclusiva?
-Mis tres primeras canciones las escribí con Aleena Gibson, y el productor fue Trevor Muzzy: él también tenía su input, decía: “Esto aquí me parece que así, asá”. Cuando decís “no, lo voy a hacer solo” está buenísimo, porque podés decir lo que vos querés, y no hay nadie que te diga: “Che, me parece que está buena la idea, pero vayamos por acá, porque va a dar más resultado”. Pero también está la otra parte, que si te equivocás o algo sale mal está todo en vos.
Es un poco un arma de doble filo: cuando tenés a alguien al lado puede decir: “Esta frase no me gusta, me gustaría cambiarla. ¿Qué opinás? ¿Cómo se puede decir esto de otra manera?”. En cambio estás solo y sos vos, y cuando te quedas trabado, ¿qué pasa?. Porque algunas veces: “Me gusta cómo queda pero creo que necesita otra frase para que pegue mejor, o es no es no es exactamente lo que quiero decir”. Cuando tenés coautoría está bueno porque te ayudas con la otra persona. Pero estando solo yo manejo el barco.
-De todos modos esa colaboración tanto con Aleena como con Trevor te habrá dejado un montón de enseñanzas; tanto en la forma de componer como en encontrar ese sonido de pop latino, en el caso de la producción. Como en el caso de “Esta noche”, que hiciste con los dos.
-Aprendés un montón, y cuando colaboras te llenás un poco de toda la experiencias del otro. Me encanta colaborar, y voy a seguir colaborando: en mi siguiente canción quiero sí o sí traer a alguien para hacer un featuring, para que cante conmigo. Se demuestra hoy en día: cuantas más colaboraciones hay, y cuánto más diferentes son, mucho más rica es la composición, mucho más rico es el proyecto, y va mucho mejor: SIA haciendo reggaetón, heavy metal mezclándose con baladas.
Y con ellos aprendí muchísimo, porque trabajaron con gente grosísima de acá. Aprendí mucho a ser profesional; siempre fui muy profesional, muy perfeccionista, pero con ellos subí poquito más todavía (risas), me quedó un poquito más el TOC de ser más profesional todavía.
Porque hay tanta música ahí afuera, que tiene que ser todo muy perfecto, tiene que ser todo bien hecho. Siempre fui de la idea de que si lo vas a hacer, hacelo bien; sino no lo hagas. Y con ellos fue a otro nivel.
Compromiso
-Hablabas de esta intención que tenés en las canciones y en los videos de dar un mensaje, que tiene que ver con defender la autenticidad de cada uno, luchar contra la discriminación, el bullying. ¿Cómo se fue formando en vos esta búsqueda (seguramente también hay experiencias personales) de decir “voy apostar a esto”?
-Desde siempre el arte sirvió para eso: para abrir cabezas, para exponer lo que está pasando en el momento; desde los tiempos de los griegos, desde siempre. Y hoy también es el caso: en la música se ve reflejado lo que está pasando en la actualidad.
En lo personal siempre dije que a mí la música me ayudó a pasar por momentos complicados y difíciles. Siendo adolescente, con el bullying, con situaciones normales de un adolescente. Siempre la música estaba ahí: para ayudarme, para empujarme: me ponía mis auriculares y me olvidaba del mundo, no importaba qué pasaba alrededor.
Siempre dije: “Cuando sea artista quiero que mi arte haga eso en la gente, que los ayude a pasar un mal rato o o a ser feliz”; porque para eso también está la música: ponés la música un sábado a la mañana o cuando te puedes a limpiar con tu mamá, cuando era chico. Todo se pasa mucho mejor con música. Decía: “Cuando logre poder hacer mis proyectos ese es mi modo de poner mi granito de arena: esta es otra realidad, otra cosa que está pasando; fijate esto, acá no hay tanta inclusión; y mira acá: no todo es tan así”. Creo que es mi modo de mostrar mi punto de vista y tratar de abrir un poco la cabeza de la gente.
-¿Cuán receptiva es la industria a este camino?
-Tenés que a veces caminar por una línea delgada, con cintura, porque lo comercial te tira para hacer otra cosa y para dar otro mensaje, que no es el que yo quiero dar. Igual hay mucha gente que vos escuchás las letras y tienen un trasfondo, son como más profundas que sacudir el cuerpo y ser misógino. Las nuevas generaciones también se empoderaron más con la música y dan un mensaje mucho mejor de lo que daban quizás otras generaciones.
Pero bueno, siempre es complicado. Por tampoco me gusta ponerlo en tu cara: quizás con un mensaje al final, con algo muy sutil. Como por ejemplo en “Esta noche” había un bailarín trans, uno gay, uno bi, tenía todo el arco iris. En sutilezas así. En “Por eso te amo” puse lengua de señas y ahí hablé un poco también sobre incluir a personas con problemas auditivos, porque no hay entretenimiento para gente con problemas auditivos, es muy poco. Capaz que con sutilezas uno también puedes dar un mensaje.
Así vas navegando; pero hay veces que se tiene que dar el cachetazo: en “Por eso te amo” al final puse un mensaje diciendo que hasta que no se incluya a todas las comunidades, a cada sección de la población, no vamos a ser una sociedad inclusiva. A veces se puede manejar con cintura y a veces hay que dar el cachetazo.
Nuevo camino
-Llegaste a Estados Unidos como actor, sí bien tenías experiencia en musicales. ¿Cómo fue lanzarse en esta carrera como cantante solista?
-Siempre me dediqué al musical, y también un álbum allá en Argentina de tango electrónico, hace muchísimos años. Después la vida me trajo acá, y comencé como actor: a hacer comerciales, en series, y se fue dando más el actor. Entonces dejé que el actor “haga”, pero la música siempre estuvo ahí. Hasta 2019, que ya me urgían las ganas de cantar, y dije: “Pero esta vez quiero cantar mis propias canciones, quiero ser yo el que diga qué se tiene que decir”.
Entonces hablé con mi pianista, que estaba armando un show para unos restaurantes de por acá, y le dije: “Vos conocés a alguien? Me gustaría empezar a escribir, a armar mi música”. Ahí porque él me contacto con Aleena Gibson y ahí empezamos a armar las canciones; Aleena trabaja con Trevor, y ahí se fue dando.
-Llegaste enseguida a la gente súper pro.
-Claro, llegué justo a gente pro de una. Eso también fue bueno: no es que fui viendo a ver qué onda, fui directo a la gente pro. Y justo se dio la pandemia: estrené “Esta noche” y a la semana se empezó a hacer cuarentena en todo el mundo. Entonces todos mis planes se desmoronaron. Pero bueno, la cuarentena me hizo apostar más a la música.
-Se cayeron las producciones como actor y te permitió desarrollar más al músico.
-Claro, tener más tiempo, me armé mi estudio. Me pude desarrollar como músico, como cantante, como ingeniero en sonido (risas): todo el mundo tuvo que aprender a grabar desde su casa, con los equipos. Se dio, se fue dando y se transformó en esto.
Distopía
-De hecho tenés una canción dedicada a las soledades pandémica qué es “Lonely”, con un video distópico muy cinematográfico.
-Esa canción habla de un encuentro, de un “touch and go”, como se dice a veces. La canción habla sobre eso en realidad: qué querés volver a ver a esa persona, que estás solo, y querés estar de vuelta con ella. Pero como segundo corte, dijimos “¿qué ponemos?” Justo se da la pandemia: era agosto, el peor momento acá, que estábamos en cuarentena. Y dijimos: “Hoy más que nunca ‘Lonely’, va perfectamente con lo que estamos viviendo”. Además la gente que me escribía por Instagram se sentía muy sola de verdad, o se habían quedado varados en otros países y no podían ver a sus familias.
Pero había que mostrar un poco de realidad, e hicimos un tipo “Mad Max”: una película de un futuro muy terrible, donde no hay nada, todo destruido, y el virus y las máscaras. Quedó un video muy lindo, y pude trabajar con gente desde Argentina.
-También habrá sido un tema hacer un video en ese momento.
-Se me canceló dos veces. La primera porque se abrió un poquito todo y después se volvió a cerrar todo, y tuve que cancelarla. La segunda fue por todo lo que pasó acá con las movilizaciones de los movimientos afroamericanos por el asesinato de una persona (George Floyd). Fue fuerte: “No puedo estar bailando adentro de un estudio mientras la gente está fuera marchando por una vida que se ha quitado. Hablé con los bailarines: “Chicos, no me siento bien haciendo esto”; y ellos lo mismo: “No queremos bailar y festejar algo mientras que afuera se está viviendo otra otra cosa”; lo cancelamos de vuelta. A los 15 días lo pudimos grabar, en dos días, y quedó muy bueno.
Dos mundos
-Recientemente rodaste el corto “Urges”, con la actriz Marnee Carpenter; y tenés varias participaciones en postproducción que ya grabaste. ¿Cómo vas a compatibilizar esto esta actividad actoral con la musical?
-Ahora justamente grabé una peli para Hallmark Channel para Navidad, que habla un poco sobre la cultura latina. Ya había trabajado con la producción y con el director, y yo justamente estaba grabando la canción entonces dije: “Bueno, participo pero en algún papel más chiquitito, algo que pueda hacer en tres o cuatro días”. Porque tampoco quiero dejar de lado la música, que está surgiendo.
Trato de trabajar en las dos cosas; se torna un poco complicado, porque grabar un video te lleva dos, tres días o más, por la preproducción; la posproducción lleva mucho más: cinco, seis días. Y me gusta estar ahí metido: no es que dejo todo, estoy y digo “mira ese frame”, acá se está viendo esto, podemos cortarlo”.
-Aparte vos tenés la cabeza audiovisual. Pero también es tuyo, tenés que pilotear ese barco.
-Es mi bebé. Hay veces que digo “no, dejá termino esa parte yo” porque llega un momento muy sobreprotector del bebé. Pero filmar una película lleva mucho más días, aprender el guión. Trabajo con un coach vocal para reducir mi acento en inglés, entonces lleva muchísimo más tiempo; pero esta película que se va ahora a dar en Navidad es súper divertida, súper linda, y me encantó ser parte, porque habla sobre la cultura latina. Que en un canal tan grande se pase toda la semana navideña una película de cultura latina me parece buenísimo.
-Esa es la que se llama “Sweet Navidad”.
-Sí. Siempre las pelis de Navidad se estrenan un poquito antes, después del Día de Gracias, y después en la semana entre Navidad y fin de año ser pasa casi todos los días.
En movimiento
-¿Qué se viene para tu futuro cercano?
-Ya estamos trabajando en las siguiente dos canciones, exclusivamente escribiendo para alguien que yo tengo en mente: quiero cantar con esta cantante, entonces estamos escribiendo específicamente para ella. Estoy ahí poniéndole garra a eso.
-¿Es latina o anglosajona?
-Latina. Se va a estrenar la peli de Navidad; y ahora también “Urges”, el corto, se va a estrenar dentro de poquito. El director (Yael Deynes) tenía un arreglo con Amazon Prime y a último momento dijo: “No, quiero que todo el mundo lo pueda ver; que nadie tenga que pagar para verlo”. Así que ahora está buscando una plataforma que sea gratis para que todo el mundo pueda ver el corto: eso me pareció buenísimo.
Y espero que todos se dé para que pueda ir allá por mi hermoso país para poder cantarles un poco, que es lo que quiero: empezar a mostrar la música, ir a festivales, tratar de conectar un poco más allá.