Oliver Benjamín González tenía 19 años y se domiciliaba en Alto Verde. Según algunos testimonios, trabajaba como obrero de la construcción y la madrugada del pasado jueves 19 de agosto salió de su casa para ir a trabajar, como habitualmente hacía, pero entonces encontró la muerte. Él fue atacado a tiros en inmediaciones de la Manzana 5 del populoso distrito costero. El asesino le disparó con una pistola calibre 9 milímetros y lo dejó tirado en el suelo, malherido, al lado de su moto. Murió instantes después, mucho antes de que llegara la ambulancia con el personal de emergencias.
El caso fue puesto en manos de la fiscal Ana Laura Gioria, quien encomendó las actuaciones de rigor a la Sección Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal. En la escena del crimen, los peritos secuestraron tres vainas servidas. Además, pudieron constatar que aparentemente al muchacho fallecido no le faltaba ninguna de sus pertenencias, por lo que la hipótesis del robo perdió fuerza inmediatamente.
La autopsia arrojó como resultado que a González lo habían matado de dos disparos: uno impactó en su pecho y el otro en su cabeza.
Los investigadores ataron cabos y lograron obtener la identidad del presunto asesino, un sujeto que residía en el mismo barrio.
Este lunes, con las primeras luces del sol, una importante comisión policial allanó tres inmuebles linderos en los que posiblemente se aguantaba el sospechoso, pero no encontraron nada allí.
Fue en ese momento que personal de la Comisaría 24a (ubicada a metros del lugar del operativo) se acercó a los investigadores para aportar un dato clave que llevó a los uniformados hasta los pasillos del Pasaje 13, en la Manzana 5, donde finalmente pudieron dar con el presunto asesino, que luego fue puesto a disposición del Ministerio Público de la Acusación.