Nicolás Loyarte
El poeta santafesino Sergio Ferreira (49 años) presenta su 12º libro de poesía que se titula Canción del abandono.
Este escritor que vive en barrio Don Bosco y además es periodista, comunicador social y contador, publicó anteriormente La espera de Gabrag (2009), entre otros títulos. Y entre sus obras más queridas se destaca En el país de las máscaras (2000). También publicó el libro de ensayo Éxodos (2006), en el que aborda entre otros temas la inundación que sufrió Santa Fe en 2003 desde un tono literario.
Ferreira dirige además el fondo editor cooperativo Los Juegos del Temps, un proyecto independiente de escritores de todo el país -con sede en Santa Fe- que publican sus obras a través de este fondo, sin depender de las grandes editoriales o de instituciones. Este año la colección presenta cuatro nuevas obras, entre las que se incluye Canción del Abandono.
También coordina desde principios de la década del '90 el taller literario Temps era Temps.
De una espera a un abandono
“El próximo 6 de octubre presento el poemario La canción del abandono. Y mi obra anterior fue La espera de Gabrag. Hay que decir que una no es consecuencia de la otra -señala Ferreira-. Aquella espera, que era paradigmática, por eso estaba contextualizada en una ciudad que bien podría ser griega o asiática de varios siglos antes de Cristo, nos hablaba de las esperas de hoy y de todos nosotros. Este abandono habla, sí, de todos nuestros abandonos. Y aunque centraliza en el abandono post separación o divorcio, también alude a una sociedad que persiste en sus abandonos, teniendo en cuenta que la mayoría de los abandonos no se dan sin un previo amor o afecto, por eso, quizá lo que sí tienen en común aquella espera y este abandono sea el amor como eje común, pero todos los libros que componen mi obra tratan cada uno de ellos un tema distinto, y en eso se diferencian”.
¿La canción del abandono, qué rítmo tiene, es un bolero?
Como todo derrotero de abandono que viene de la provincia del amor, sin dudas que la música de fondo propia es la del bolero, la de la bachata, música que astilla corazones, música para enamorarse primero, para llorar abandono luego, pero también para sanar y volver a preparar el espíritu de cara al nuevo amor.
¿En qué momento de tu obra literaria te encuentra este nuevo libro?
La verdad... este nuevo libro me encuentra en un momento de abandono. Casi que es broma, casi que no lo es: desde que empecé a estudiar la carrera de Comunicación Social escribí poca literatura: éste libro, Canción del Abandono, fue terminado en este período, en esta nueva etapa de incorporación de conocimientos a mi vida. La carrera que hice en el Instituto Nº 12 “Gastón Gori” me puso en la cabeza y en el tiempo de vida el desafío de aprehender cuestiones relacionadas con la sociología, las formas posibles de comunicación y su historia, que es la de los medios de comunicación, el estudio de conductas humanas vistas desde su dinámica social; eso me llevó a abandonar ese solitario oficio del poeta, al que jamás renunciaré, pero al que dejé, por un tiempo, sólo por un tiempo, un tanto abandonado.
Contanos de Biancchetti, el personaje que atraviesa el libro. ¿Quién es, cómo nació?
Es un personaje de mi nueva obra trágicamente humorístico, es un ensamble de conductas compatibles copiadas de mis relaciones, de mis amigos, de mis compañeras de momentos, todos ellos divorciados o separados, con sus manías, sus tabúes, sus magias personales contra la soledad y el abandono: de esa mixtura nace Biancchetti, un personaje que si bien es destratado en su relación primigenia, sabrá defenderse de eso, y se transformará desde la soledad en un explorador de segundas oportunidades.
Juego de la soledad
“Hablaba de abandonos del amor, de separaciones de pareja, pero en el marco de una sociedad capitalista que se especializa cada vez más en adiestrarnos en la soledad y el individualismo. Pero la gente que cree en que la vida no se termina cuando se termina una etapa, es la gente que niega esa soledad, esa individuación y busca trascender en sus otros, busca y rebusca el amor, juega con su soledad o apuesta con y contra ella, aprende a convivir con ese animal doméstico que es la soledad, para que le sirva de algo, para que le enseñe sus misterios y no sea un antecedente de pequeñas o grandes tragedias. Cuando la gente va logrando salir del abandono es porque sin dudas ha logrado trascender a sí misma y encontrar en los demás opciones de compañía, entonces extiende su mano abierta”, sentencia Sergio Ferreira.