Cuatro mujeres y una persona con fluidez de género acusaron al líder del grupo de rock indie canadiense Arcade Fire, Win Butler, por conducta sexual inapropiada, a partir de una sucesión de acontecimientos ocurridos entre 2015 y 2020.

El músico reconoció los encuentros sexuales con cada una de las denunciantes pero afirmó con vehemencia que se trató de relaciones consentidas.

Cuatro mujeres y una persona con fluidez de género acusaron al líder del grupo de rock indie canadiense Arcade Fire, Win Butler, por conducta sexual inapropiada, a partir de una sucesión de acontecimientos ocurridos entre 2015 y 2020.
Las tres mujeres, quienes se definieron como fans de la banda y que tenían entre 18 y 23 años cuando ocurrieron los hechos, consideraron que los encuentros con el músico fueron "inapropiados dadas las diferencias de edad, la dinámica de poder y el contexto" en que se produjeron, de acuerdo al relato ofrecido en un minucioso informe publicado en el sitio especializado Pitchfork.
Por su parte, la cuarta persona señaló que Butler la agredió sexualmente en dos ocasiones distintas en 2015, una vez mientras compartían un viaje en automóvil y otra cuando el artista apareció en su departamento a pesar de que le había pedido que no lo hiciera. Como prueba, dio a conocer un cruce de mensajes entre ambos.
Tras conocerse estas acusaciones, el músico hizo su descargo ante esta misma publicación, del mismo modo en que lo hizo su esposa y compañera de banda desde hace 20 años, Régine Chassagne.
En el texto, el acusado reconoció los encuentros sexuales con cada una de las denunciantes pero afirmó con vehemencia que se trató de relaciones consentidas.
"Nunca toqué a una mujer en contra de su voluntad, y cualquier implicación que tenga es simplemente falsa. Niego con vehemencia cualquier sugerencia que obligué a una mujer o exigí favores sexuales. Eso simplemente, e inequívocamente, nunca sucedió. Si bien estas relaciones fueron todas consentidas, lo siento mucho por cualquiera a quien haya lastimado con mi comportamiento", dice la carta.
Además, eligió dar información de su vida privada y hablar de sus problemas mentales en esa época: “He luchado con problemas de salud mental y fantasmas de abuso infantil. En mis 30s empecé a beber y lidié con la depresión más honda de mi vida, luego de que mi familia experimentara un aborto espontáneo. Nada de esto intenta justificar mi comportamiento, pero sí quiero dar algo de contexto y compartir lo que estaba pasando en mi vida por esta época. Ya no me reconocía a mí mismo o a la persona en la que me había convertido”.