Néstor Fenoglio

La firma, con sede en Córdoba y fábrica en San Luis, es fuerte en el interior del país, y ahora reafirma su política de expansión e incrementa la presión de su pisada en Buenos Aires con la habilitación de su nueva sede administrativa y centro logístico en Moreno. Tersuave tiene ya una firme presencia en Rosario y ahora quiere seguir creciendo en el gran mercado bonaerense.

Néstor Fenoglio
Tersuave viene jugando en primera en el competitivo mercado de las pinturas: ya está en el selecto grupo de las cuatro firmas que manejan el 80% del mercado nacional. Pero tiene diferenciales que le aseguran que su crecimiento no tiene aún techo: uno de ellos es que, a diferencia de sus competidoras, Tersuave fue primero fuerte en el interior (donde es la número uno en ventas) a partir de su expansión desde la provincia de Córdoba; con su planta fabril en San Luis y presencia fuerte en Rosario (desde donde distribuyen a Chaco, Formosa y toda la mesopotamia), Mendoza y Tucumán. Y ahora va por su consolidación en Buenos Aires, reemplazando la planta de distribución de Hurlingham (ya “colapsada” por el crecimiento de la demanda) por las flamantes instalaciones propias en Moreno, en el oeste de Buenos Aires.
Precisamente, el pasado martes 1, invitado por Tersuave Rosario, El Litoral asistió a la inauguración de las instalaciones en Moreno, que apuntan tanto a dar respuestas a la creciente presencia de la firma en el mercado capitalino, como a prever futuras expansiones, según un master plan ya elaborado y que hasta contempla una eventual planta fabril allí mismo, en el gran predio de casi ocho hectáreas, con excelentes conexiones viales para la logística de distribución.
En esa superficie, los directivos de Tersuave emplazaron su flamante centro de distribución -con tecnología de última generación en materia de energía, prevención de incendios, climatización, entre otras mejoras- de 4.500 metros cuadrados, cuya construcción demandó unos diez millones de dólares.
La nueva sede -donde trabajan diariamente 70 personas- tiene impecables oficinas administrativas, un laboratorio de desarrollo e innovación (un diferencial más para la firma, pues allí investigan y testean nuevos productos), comedor, centro de capacitación y, desde luego, el sector de almacenamiento que tiene capacidad para tres millones de litros (esto es, más de un mes de stock: la firma vende alrededor de dos millones de litros de pintura por mes) y 4.200 posiciones, algo indispensable para dar respuesta inmediata a cualquier pedido del extenso catálogo de productos de la marca.
Los directivos de Tersuave creen que además de su red nacional de distribución, otro punto fuerte que sostiene el crecimiento de la marca es su calidad, sostenida por continuas innovaciones y desarrollos propios, con fuerte interacción con usuarios, distribuidores, arquitectos, estudiantes universitarios. También es reconocida su actividad de RSE, con consistentes políticas en todo el país.
Empresa familiar
En la planta de Moreno nos recibió el director comercial de Tersuave, Juan Carlos Torre, joven integrante de la tercera generación de esta firma familiar, quien señaló que “nuestra empresa se ha fortalecido desde el interior del país, cumpliendo con el objetivo de una política federal para estar cerca de la red de clientes y consumidores.
“Desde nuestra casa central en Córdoba -agregó-, nos hemos expandido con sedes administrativas y centros logísticos en Rosario, Mendoza, Tucumán y Buenos Aires. Esta nueva sede en Moreno, nos permitirá seguir progresando”, enfatizó Torre.
Cobertura nacional
Además de esta planta en el oeste de Buenos Aires; Tersuave tiene cuatro centros de distribución más que le permiten cobertura nacional plena y dispone de dos plantas fabriles. La más amplia y que abastece a todo el país está en Mercedes, San Luis, donde producen una amplia variedad de pinturas líquidas tanto para la línea arquitectónica como para la industria y automotor. La otra fábrica, de pintura en polvo (desde allí partió la firma, en 1959), está en Dumesnil, Córdoba.