Dos días de 2025 durarán menos de 24 horas: qué dice la NASA sobre este fenómeno
Un fenómeno astronómico vinculado a cambios en la rotación del planeta podría hacer que dos días del invierno 2025 sean más breves de lo habitual. Qué dice la ciencia sobre estos cambios y cómo impactan.
Qué dice la ciencia sobre estos cambios y cómo impactan.
Los días 26 de julio y 2 de agosto de 2025 podrían pasar a la historia como los más breves registrados en lo que va del siglo. Esto se debe a que la rotación de la Tierra —que marca la duración del día— está experimentando ligeros cambios que podrían llevar a que esas jornadas duren un poco menos de 24 horas.
La diferencia sería casi imperceptible para las personas, pero los científicos ya lo están monitoreando con atención. Según expertos en geofísica y astronomía, estas variaciones están relacionadas con múltiples factores que afectan la velocidad de rotación del planeta, desde el derretimiento de los polos hasta movimientos internos del núcleo terrestre.
La rotación de la Tierra está experimentando ligeros cambios
Qué significa que un día dure menos de 24 horas
Cuando se habla de que un día dura menos, no se trata de una reducción que podamos notar sin instrumentos precisos. Se estima que los días más cortos podrían reducirse en milisegundos, una fracción de tiempo que solo puede detectarse con tecnología muy sofisticada.
Uno de los casos más llamativos ocurrió el 29 de junio de 2022, cuando la Tierra completó su rotación 1,59 milisegundos más rápido de lo habitual. Algo similar se espera para el próximo 26 de julio y 2 de agosto de 2025, días en los que, según predicciones científicas, podrían registrarse los giros más veloces del siglo.
Estos datos se obtienen a través de relojes atómicos y satélites que miden con extrema precisión el tiempo que tarda la Tierra en completar una vuelta sobre su eje.
Se estima que los días más cortos podrían reducirse en milisegundos
Qué causas explican esta aceleración del planeta
Existen varias teorías que intentan explicar por qué la Tierra está girando más rápido en ciertos momentos. Entre las principales, los científicos mencionan:
El derretimiento de los glaciares: al redistribuirse el peso del agua en el planeta, cambia también el equilibrio y la rotación.
Los terremotos: algunos sismos pueden modificar levemente el eje de rotación de la Tierra.
El comportamiento del núcleo terrestre: estudios recientes señalan que el núcleo interno de la Tierra podría estar desacelerándose o incluso girando en sentido contrario, lo que impacta en la rotación general.
La dinámica atmosférica: vientos intensos y fenómenos climáticos como El Niño también pueden influir en la velocidad del giro planetario.
Aunque estos cambios no afectan directamente la vida diaria, sí son relevantes para la ciencia y la tecnología, especialmente en áreas como la navegación satelital, la geolocalización o la programación de redes de telecomunicaciones, que dependen de una sincronización precisa con el tiempo universal.
Por ahora, no hay nada de qué preocuparse. Pero los expertos aseguran que seguirán estudiando estos fenómenos para comprender mejor el comportamiento de nuestro planeta y anticipar eventuales ajustes necesarios, como la incorporación de segundos intercalares —algo que ya se ha hecho en otras ocasiones para mantener la precisión horaria global.
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