En 1937, el entomólogo aficionado Oskar Scheibel incorporó a su colección un insecto poco común: un escarabajo marrón sin ojos procedente de las cuevas de Eslovenia, hasta entonces desconocido. Este ingeniero austriaco, admirador de Adolf Hitler, decidió llamarlo Anophthalmus hitleri. La primera parte del nombre procede del griego y significa "sin ojos", mientras que la segunda no necesita explicación.
Ahora, en los últimos años, según reportes, se ha venido observado que neonazis, ávidos de recuerdos relacionados con el nazismo, han estado dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por ejemplares de este escarabajo, lo que ha puesto a la especie al borde de la extinción.
Algunos investigadores han argumentado durante años que nombres de especies como A. hitleri, y otros que rinden homenaje a racistas y colonizadores, son ofensivos y deberían modificarse. Algunas sociedades científicas han tomado medidas en este sentido.
Mirá tambiénIncertidumbre en Japón por la llegada de la primera floración de bambú en más de un sigloSin embargo, según informó Science, la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica (ICZN), que regula los nombres científicos de los animales, anunció en enero su decisión de no cambiar los nombres que muchos investigadores consideran ofensivos. Según el Comisario de la ICZN, Luis Ceríaco, biólogo de la Universidad de Oporto, cambiar estos nombres podría generar una gran confusión, lo que ha suscitado un enérgico debate en la comunidad científica.
El infame título científico empuja a una especie al borde de la extinción
En el caso del A. hitleri, los problemas son aún más graves. Según informó el Washington Post, Durante décadas, muchos taxónomos se han opuesto a utilizar una nomenclatura vinculada al principal responsable del Holocausto, no solo por el significado del nombre, sino también para proteger a la especie. Después de todo, el infame título científico ha dado lugar a un comercio ilegal neonazi del escarabajo, lo que pone en peligro su supervivencia.
En 2006, The Independent informó que extremistas se dirigían a las cuevas eslovenas donde se encuentra el "escarabajo de Hitler" para capturar ejemplares, y que ejemplares bien conservados se vendían por el equivalente a unos 1.400 dólares cada uno. Incluso la Colección Estatal de Zoología de Baviera ha sufrido robos de ejemplares de A. hitleri, sin que se sepa si los ladrones eran neonazis o intermediarios buscando beneficios en el mercado de recuerdos nazis, de acuerdo con el medio.
"Es un insecto inocente", escribió el año pasado un antropólogo canadiense en The Economist. "¿Por qué no acabar con este comercio ilegal cambiándole el nombre?", agregó.
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