La alta sensibilidad es un concepto relativamente nuevo, en pleno proceso de estudio y evolución, que afecta a entre un 15% y un 20% de la población. Empezó a ser estudiado en 1991 por la psicóloga estadounidense Elaine Aron bajo la denominación científica de Sensibilidad de proceso sensorial, y que dio a conocer mediante su libro El don de la sensibilidad. “En general, consiste en personas que tienen un mayor nivel de percepción y estimulación neurosensorial y cognitiva, por lo que pueden tener una mayor activación ante ciertos estímulos, tanto externos como internos”, explica el psicólogo español José María Guillén Lladó.
Es muy importante destacar que no es una enfermedad mental ni un trastorno, sino un rasgo de la personalidad. Se trata de “un rasgo neutral que constituye una ventaja evolutiva en algunas cosas y una desventaja en otras”, dice Teresa Nandín, presidenta de la Associació Catalana de Persones amb Alta Sensibilitat (Acpas).
Según los especialistsas, las PAS son personas con una sensibilidad más elevada en sentido físico, emocional y social.Tienen una sensibilidad más elevada en la adaptación a su ambiente, en sentido físico, emocional y social. Lo que sí puede suceder, si no se gestiona bien, es que –dependiendo de la personalidad– aparezcan “ansiedad, depresión y, en casos muy extremos, trastornos límites de la personalidad, porque estas personas son muy sensibles a los ruidos, a los olores, a las sensaciones corporales, a los cambios de temperatura, al contacto físico y a todo lo que les rodea y que sale de la rutina o de la normalidad. Socialmente son muy sensibles a los cambios de humor de los demás, pero eso las hace ser muy empáticas con el sufrimiento y malestar de las personas que están con ellas, incluso aunque no sean directamente amigos o familiares.
Para detectar la alta sensibilidad, la organización española ACPAS, dispone de un sencillo test que se puede realizar haciendo clic aquí.
Se sabe muy poco de las causas de la alta sensabilidad. Es un rasgo genético y hereditario, pero hay quienes aseguran que está modulado por las circunstancias vitales de la infancia y la crianza. Es cierto que está muy relacionado con los artistas y el proceso creativo, pero no tiene que manifestarse sólo en el mundo artístico, pero por el momento no hay conclusiones.
Tenés que leerEducación virtual y trastornos del aprendizajeLos niños también pueden ser PAS, aunque puede no ser fácil de detectar. Los expertos notan que en los bebés es más difícil, pero a veces se puede observar una mayor reactividad al entorno: se les irrita la piel, les molestan las etiquetas de la ropa, la luz o el pañal.
Desde la Acpas recomiendan a los padres que “se informen en fuentes rigurosas, que procuren estar en contacto con los educadores, que busque el equilibrio entre dotar a su hijo de una buena autoestima y seguridad y el darle valor a las cualidades que tiene”. Acompañar sin sobreproteger sería la idea básica, además de “no forzarlo a hacer cosas que no le gusten y que le hacen sentir mal y que para él sean abrumadoras emocionalmente”, concluyen.