Nasralla pide un escrutinio “acta por acta” y acusa un fraude en favor de Asfura
Con el 99,40% de las actas escrutadas, el candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, denunció un “fraude monumental” en las elecciones de Honduras y pidió un escrutinio especial “acta por acta”. Su rival, Nasry Asfura, el “candidato de Trump”, lidera el conteo por poco más de un punto, en un clima de máxima tensión política
Salvador Nasralla denunció un “fraude monumental” y pidió contar “acta por acta”. Foto: Reuters
Con el recuento casi cerrado y el país pendiente de los números, Honduras entró en zona de turbulencia poselectoral. Con el 99,40% de las actas procesadas, el conservador Nasry Asfura encabeza la presidencial con el 40,52% de los votos, por delante del liberal Salvador Nasralla, que obtiene el 39,48%. Detrás se ubica la candidata oficialista, Rixi Moncada, con el 19,29%.
Asfura, del opositor Partido Nacional y públicamente respaldado por Donald Trump, llega a esta instancia con una ventaja de poco más de 40.000 votos. El recuento está marcado por interrupciones en la divulgación de resultados, un “apagón” del sistema y cientos de actas observadas, lo que alimenta la desconfianza de la oposición.
Según el último cómputo del Consejo Nacional Electoral (CNE), aún hay un porcentaje de actas con inconsistencias que deberán revisarse antes de proclamar un ganador definitivo. Observadores internacionales siguen de cerca el proceso, en un país con antecedentes de denuncias de fraude en comicios anteriores.
Nasry Asfura, del Partido Nacional y respaldado por Trump, lidera el conteo provisional. Foto: Reuters
Las fallas del sistema de transmisión
Nasralla habló de un “fraude monumental” y apuntó al sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), administrado por la empresa colombiana ASD. Aseguró que la falla en la transmisión “no es un error menor”, sino un conjunto de vulnerabilidades que comprometen la confiabilidad del conteo digital y abren la puerta a la manipulación.
El candidato liberal denunció que un técnico de ASD habría tenido acceso a “credenciales privilegiadas”, algo que calificó como “delito electoral”. También vinculó la controversia a la desactivación de validaciones automáticas que, según él, permitieron el ingreso de actas con “votos inflados, descuadres numéricos e inconsistencias” que debieron ser rechazadas por el sistema.
Nasralla reclama un escrutinio “acta por acta”
Para “restablecer la confianza”, Nasralla exigió un escrutinio físico y legal de las actas, una revisión “acta por acta” sin margen para la informática. Sostuvo que el Partido Liberal no tuvo control técnico ni operativo sobre el TREP y que quedó “expuesto a un sistema vulnerable” administrado por terceros. “El pueblo hondureño fue burlado”, afirmó.
Su denuncia se suma a las críticas del partido gobernante Libre, que habló de un “golpe electoral en curso” y cuestionó la injerencia de Trump en la campaña. El recuerdo de las elecciones de 2017, cuando documentos judiciales estadounidenses describieron un fraude que habría perjudicado al propio Nasralla, sobrevuela el clima actual.
El CNE de Honduras sigue bajo presión mientras revisa actas con inconsistencias. Foto: Reuters
Un resultado bajo la lupa internacional
Mientras el Departamento de Estado de Estados Unidos sostiene que no ve pruebas de un fraude sistemático y pide respetar los cauces institucionales, la brecha ajustada entre Asfura y Nasralla mantiene al país en vilo. El CNE tiene plazo hasta fin de mes para concluir las revisiones y oficializar los resultados.
Entre acusaciones cruzadas, actas observadas y un sistema cuestionado, el desenlace no se definirá solo en las cifras finales, sino en la capacidad de las autoridades hondureñas de ofrecer un conteo creíble. En un país marcado por la desconfianza poselectoral, la legitimidad del próximo gobierno dependerá tanto de los números como de la transparencia del proceso.