El presidente Javier Milei partió rumbo a Oslo, Noruega, para asistir a la ceremonia en la que la dirigente opositora venezolana María Corina Machado recibirá el Premio Nobel de la Paz.

La figura opositora al régimen de Nicolás Maduro fue seleccionada con el prestigioso galardón. El mandatario argentino tendrá un encuentro con el rey de Noruega y otras actividades protocolares.

El presidente Javier Milei partió rumbo a Oslo, Noruega, para asistir a la ceremonia en la que la dirigente opositora venezolana María Corina Machado recibirá el Premio Nobel de la Paz.
Fue acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y por miembros de la comitiva oficial. La visita responde a una invitación personal de Machado y busca expresar respaldo a su lucha contra el régimen de Nicolás Maduro.
La comitiva tiene un cronograma preciso: el arribo a la capital noruega se producirá este martes por la tarde y la entrega del galardón está prevista para las 13 hora de Noruega, equivalente a las 9 en Argentina.

La agenda en Oslo combina la participación en la ceremonia del Nobel con reuniones bilaterales. Tras la entrega del galardón, Milei tiene previsto entrevistarse con el rey Harald V y luego con el primer ministro Jonas Gahr Støre, en horarios coordinados con la delegación noruega. El programa contempla además contactos con otros mandatarios de la región que asistirán al acto.
Entre las autoridades latinoamericanas confirmadas figuran el presidente de Ecuador Daniel Noboa, el presidente de Paraguay Santiago Peña y el presidente de Panamá José Raúl Mulino Quintero.
También asistirá Edmundo González Urrutia, a quien la oposición venezolana y varios gobiernos reconocen como ganador de las últimas elecciones en Venezuela. González Urrutia ya fue recibido en la Casa Rosada por Milei en enero pasado.
La comitiva argentina será reducida: además de Karina Milei, integran el grupo el canciller Pablo Quirno y personal diplomático. La organización logística y de seguridad de la visita afronta el desafío de coordinar traslados y actos públicos en una agenda condensada, dado que el presidente regresará al país en menos de 48 horas desde el arribo a Oslo.

Milei mantiene una relación de sintonía con María Corina Machado y la apoyó públicamente frente al Gobierno de Nicolás Maduro. Ambos se comunicaron por teléfono en varias oportunidades y la presencia del presidente en Oslo responde en parte a esa relación política y personal. La invitación a Milei provino directamente de Machado, según las fuentes consultadas.
Machado permanece oculta en Venezuela y su salida para asistir en persona a la ceremonia implica un operativo complejo y riesgoso. Su madre ya viajó a Oslo y espera allí por la dirigente. Además del riesgo de detención, la logística se complica por la suspensión de vuelos comerciales a Venezuela en los últimos días y por el asedio que enfrenta la oposición venezolana.
El viaje tiene también un costado de política internacional: la Argentina reclamó la liberación del gendarme Nahuel Gallo, secuestrado hace exactamente un año cuando intentaba ingresar a Venezuela para reunirse con su esposa e hijo. La presencia de Milei en Oslo permite además reforzar la postura argentina sobre la situación venezolana en foros multilaterales.
En la agenda doméstica, la partida del presidente coincide con la formalización de las sesiones extraordinarias y con la expectativa por la difusión del proyecto de reforma laboral, cuyo texto está finalizado y en revisión.