El presidente Barack Obama se reunió hoy con los SEALs, el grupo de militares especiales que mató el domingo a Osama Bin Laden en Pakistán, ante quienes afirmó que "nunca más vamos a ver amenazados a los Estados Unidos".
Obama asistió al encuentro -realizado a puerta cerrada en la base militar de Fort Campbell, Kentucky- acompañado por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y luego brindó un discurso en el que manifestó que esta es "una semana histórica" para su país.
El mandatario dijo que Estados Unidos decapitó a Al Qaeda y prometió derrotar a esa red tras condecorar a los soldados de grupo de Operaciones Especiales de la Marina (SEAL) con la Citación Presidencial de la Unión, la mayor distinción otorgada hasta ahora a este equipo.
Obama aseguró que se trató "de una de las mejores operaciones de los servicios de inteligencia de la historia".
"Les hemos cortado la cabeza y al final los derrotaremos", declaró Obama, que fue precedido en la palabra por Biden, y agregó: "Gracias a ustedes el enemigo no volverá a atacar. Nunca más vamos a ver amenazado a los Estados Unidos".
"Por la capacidad increíble de individuos pertenecientes a las fuerzas militares, un líder terrorista que golpeó a nuestra nación el 11 de septiembre nunca volverá a atacarnos", aseguro.
Entre los militares, que recibieron a Obama con fuertes aplausos, se encontraba un grupo que regresó de Afgansitán. El presidente estadounidense agradeció a "todos los efectivos que ponen en peligro sus vidas en el frente".
"Como comandante en jefe, mandar más gente a Afganistán fue una de las decisiones más difíciles", manifestó Obama. Y anunció que en los próximos meses "la seguridad pasará a manos afganas en una ordenada transición", durante el discuro televisado por la cadena CNN.
"Vamos a tener éxito en esta misión", prometió Obama, quien recordó que los avances logrados en la guerra en Afganistán contra los talibanes, casi diez años después de su comienzo, permitirán que en julio comience la retirada de las tropas estadounidenses del país asiático
En la actualidad se encuentran desplegados en Afganistán cerca de 100.000 soldados estadounidenses, el triple del número presente cuando Obama llegó a la presidencia del país en enero de 2009.
La visita de Obama a los militares que mataron a Bin Laden ocurre mientras la red Al Qaeda confirmó la muerte de su líder y lanzó una amenaza a Estados Unidos.
Fue la primera declaración atribuida a Al Qaeda desde que Bin Laden murió en un ataque de comandos estadounidenses en Pakistán el domingo, en una operación con helicópteros de los SEALs, que irrumpieron en la residencia donde se ocultaba el líder de la Al Qaeda en las afueras de Islamabad.
Ayer, el mandatario visitó Nueva York para depositar una corona fúnebre en el lugar de los ataques terroristas del 2001, atribuidos a miembros de Al Qaeda, y visitó estaciones de policía y bomberos que respondieron a ellos. También se reunió con familiares de las víctimas del atentado.
Télam








