La princesa Mabel de Holanda duplicó su fortuna en el último año

Cada año, la publicación holandesa Quote da a conocer la lista de las 500 personas más ricas del país. La presencia de los reyes Guillermo y Máxima suele ser habitual desde hace años, estando además en los puestos más altos. Pero también se ha convertido en casi obligada la presencia de otro miembro de la familia, la princesa Mabel, viuda del príncipe Friso.

La empresaria aparecía por primera vez hace tres años y desde entonces no ha salido de esta lista. Y aunque volver a ver su nombre en ella ya no sorprende, sí lo hace el hecho de que el año pasado ocupara el puesto 140 y este año ocupe el 66. Un movimiento que obedece a que su fortuna ha crecido considerablemente, nada menos que un 93%, casi duplicando la estimación que se hizo de su riqueza el año pasado.

Así, mientras en 2019 se calculaba que su fortuna rondaba los 290 millones de euros, este año habría ascendido a 560. Un incremento que se debe, sobre todo, a que el valor de las acciones que mantiene en la empresa Ayden, dedicada a los servicios financieros digitales, ha seguido aumentando este año, lo que ha repercutido directamente en las ganancias de Mabel. Gracias a ellas, entraba en esta "Forbes" holandesa en 2018, haciendo que muchos medios indagaran el origen de su abultada fortuna, que tomó por sorpresa a muchos, especialmente teniendo en cuenta que nunca había recibido un sueldo como parte de la familia real, a lo que se sumaba que nunca se le habían conocido grandes negocios. Pero, en vista de las cifras, queda claro que la princesa Mabel ha tenido bastante buen ojo para las inversiones, como también lo tuvo en su momento el príncipe Friso, al que le debe prácticamente toda su fortuna.

Fue el príncipe Friso quien invirtió por primera vez en Ayden en 2006, año de la fundación de la compañía. Aunque el riesgo en el momento era alto, ya que suponía una fuerte inversión y pocos beneficios a corto plazo, doce años después se confirmaba el acierto del hijo de la princesa Beatriz en cuestiones empresariales. En 2018, ya con Friso fallecido, Mabel vendía parte de esas acciones. Lo hacía, además, cuando la empresa salía a bolsa, por lo que, además de embolsarse 40 millones de euros por la venta -cantidad que le hizo aparecer en la lista de los más ricos del país-, se duplicó el valor de las acciones que no vendió.

Lógicamente, Friso ya tenía gran experiencia en el mundo de los negocios. Entre 1998 y 2003, trabajó como banquero de inversiones en Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de valores más importantes del mundo, donde asesoraba a clientes sobre fusiones, adquisiciones y salidas a bolsa, además de llegar a ser vicepresidente. Y no solo eso, también fue cofundador y accionista de la empresa comercial holandesa de atención médica MRI Center y de la aerolínea low cost Wizz Air, que salía a la bolsa de valores de Londres en 2015.

Pero al buen ojo de Friso hay que sumarle la prudencia que mostró Mabel cuando las acciones pasaron a ser suyas, tras el fallecimiento de su marido. En 2014, aunque tuvo oportunidad, no quiso vender su participación en la empresa, que empezaba a ser más que lucrativa. La valoración de Ayden se sitúaba entonces en 1.200 millones de euros, y el valor de sus acciones en más de 22 millones. Una cantidad que ha crecido considerablemente y por la que, de momento, tanto ella como sus hijas tienen el futuro más que asegurado.