Un gran banco estadounidense será la próxima víctima de las filtraciones del portal WikiLeaks, que planea arremeter contra esa entidad a comienzos del próximo año, según afirmó su director, Julian Assange, en una entrevista difundida por Forbes.
La publicación estadounidense colgó en Internet la transcripción completa de una extensa entrevista que Assange le concedió el pasado 11 de noviembre -antes de la filtración de los documentos que este domingo hizo temblar a la diplomacia estadounidense- y que llegará a los kioscos el próximo 20 de diciembre.
“Tenemos una ‘megafiltración’ relacionada con un banco. No es de la dimensión del material de Irak, pero se trata de decenas o de cientos de miles de documentos”, apuntó el australiano.
Desde un apartamento londinense, este hombre de 39 años, sobre el que pesa una orden de ingreso en prisión por supuestos delitos sexuales, comparó esos documentos con los correos electrónicos que se desvelaron en el juicio de Enron, la compañía estadounidense que protagonizó uno de los mayores fraudes empresariales de la historia.
“Se le podría llamar el ecosistema de la corrupción, pero también se trata de toma de decisiones habituales, en las que se hace la vista gorda y se apoyan prácticas poco éticas”, explica sobre la próxima filtración este australiano, que cuenta a su interlocutor que se ha teñido el pelo porque lo “siguen”.
Este antiguo pirata informático asegura que con la filtración en la que trabaja “se dará una visión verdadera y representativa de cómo los bancos se comportan a nivel ejecutivo”, aunque reconoció no tener muy claro qué pretende con ello: “Estimular las investigaciones y las reformas, supongo”.
Aunque su próxima presa sea un banco, Assange asegura que cuenta con información sensible de muchos otros sectores además del financiero, incluidos el farmacéutico y el energético, donde dice que tiene “de todo”, desde documentos de la BP hasta de “una empresa petrolífera albanesa que trata de sabotear los yacimientos de sus competidores”.
Durante la entrevista, el australiano se queja de que se le siga llamando “hacker”, porque es algo que hizo “hace 20 años” y desde entonces asegura haber trabajado como editor y periodista.
“No estoy avergonzado de ello, estoy bastante orgulloso. Pero entiendo por qué lo sugieren, hay una razón muy concreta”, afirmó Assange, quien apuntó al interés de los medios de comunicación de que su trabajo no sea considerado “periodismo” para que las autoridades no regulen las labores de investigación de este colectivo.
Fuente: EFE-DPA




