Ruanda: tres niños murieron al explotar un artefacto sin detonar mientras recolectaban leña
La tragedia ocurrió en una zona rural del distrito de Gicumbi, cerca de la frontera con Uganda. Las autoridades investigan si se trata de un remanente de guerra.
Tres niños murieron al explotar un artefacto sin detonar. Crédito: Reuter.
Tres niños murieron este martes por la mañana en el norte de Ruandaluego de que un artefacto explosivo, aparentemente sin detonar, explotara mientras ellos recolectaban leña en un bosque de la región. El hecho ocurrió en el sector de Cyumba, distrito de Gicumbi, una zona montañosa que limita con Uganda.
De acuerdo a las primeras informaciones oficiales, los menores manipulaban un objeto que encontraron entre la maleza cuando se produjo la explosión. Los tres perdieron la vida de manera instantánea a causa del impacto. Las identidades de las víctimas no fueron difundidas hasta el momento.
Tres niños murieron este martes por la mañana en el norte de Ruanda. Crédito: Reuters.
Un conflicto que persiste
El alcalde de Gicumbi, Emmanuel Nzabonimpa, informó que el dispositivo podría ser una munición remanente de las guerras ocurridas en la región durante la década del 90, cuando Ruanda vivió uno de los conflictos más cruentos del continente africano.
“Todavía existen artefactos no detonados en algunas áreas rurales. Esta tragedia nos recuerda que el peligro sigue latente”, declaró Nzabonimpa, quien además confirmó que las fuerzas de seguridad iniciaron un operativo en la zona para detectar posibles explosivos similares y evitar nuevas víctimas.
En Ruanda, como en muchos países que han atravesado conflictos armados, los restos explosivos de guerra —como minas terrestres, granadas y bombas no detonadas— representan una amenaza constante para la población, especialmente en comunidades rurales donde las actividades diarias, como recolectar leña, pueden convertirse en situaciones de riesgo.
Si bien se han realizado campañas de desminado y educación sobre los peligros de estos artefactos, los explosivos olvidados siguen provocando muertes cada año. Organismos internacionales han advertido que los niños suelen ser las principales víctimas, ya que no reconocen el peligro que implican estos objetos.
La tragedia en Gicumbi enluta a una comunidad. Crédito: Reuters.
Investigación en curso
Las autoridades ruandesas ya iniciaron una investigación para determinar el origen exacto del artefacto y reforzar los controles en la región. También anunciaron que intensificarán las campañas de concientización en las escuelas y comunidades rurales para alertar sobre el riesgo de manipular objetos desconocidos en zonas boscosas o de difícil acceso.
Aunque han pasado más de tres décadas desde el genocidio y la guerra civil que marcaron a fuego la historia de Ruanda, el dolor del pasado sigue cobrando vidas inocentes en el presente.
La tragedia en Gicumbi no solo enluta a una comunidad, sino que también expone la deuda pendiente con las víctimas silenciosas de los conflictos del pasado: los niños que aún hoy mueren por explosivos que nunca debieron quedar atrás.