En una alocución de 18 minutos desde la Sala Diplomática, el presidente Donald Trump presentó este miércoles un balance triunfalista de su administración, centrándose en dos ejes críticos para su futuro político: la economía y la seguridad fronteriza.
En la Casa Blanca
En medio de tensiones con Venezuela, Trump brindó su último discurso de 2025
El mandatario utilizó su intervención desde la Casa Blanca para declarar el "fin de la inflación" y atribuirse el control total de la frontera, en un mensaje marcado por un ritmo acelerado y una estricta adherencia al guion.
Lo que más llamó la atención de los analistas fue la forma del mensaje: un Trump inusualmente rápido, que evitó sus habituales digresiones para cumplir con el tiempo negociado con las cadenas de televisión.
Economía: promesas de alivio y "victoria" sobre la inflación
El núcleo del discurso fue la defensa del éxito económico. A pesar de que las encuestas muestran una frustración generalizada de los votantes por el costo de vida, el presidente afirmó haber logrado avances significativos en tiempo récord.
Precios a la baja: "En unos pocos meses, pasamos de ser los peores a los mejores", aseguró Trump, sosteniendo que la inflación ha sido "detenida" y prometiendo un nuevo alivio fiscal para 2026.
Contraste de datos: e mandatario atribuyó la mejora a sus políticas arancelarias, aunque estas han sido cuestionadas por elevar ciertos precios. Pese a la retórica de éxito, evitó reconocer las debilidades actuales de la economía que han afectado su nivel de aprobación.
Críticas a la oposición: Trump culpó directamente a la gestión de Joe Biden del "desastre" heredado y presentó a EE. UU. como "el país más dinámico del mundo" bajo su mando actual.
Inmigración: el cierre de la frontera como estandarte
Trump abrió su mensaje destacando lo que calificó como una hazaña histórica en la frontera sur, criticando la inacción legislativa de su predecesor.
"No necesitábamos legislación. Solo necesitábamos un nuevo presidente", sentenció, asegurando que ha convertido la frontera más problemática en "la más segura de la historia".
El discurso coincidió con los datos del Departamento de Seguridad Nacional, que reportan más de 605,000 deportaciones desde enero. A diferencia de su primer mandato, el enfoque actual se ha centrado en detenciones y deportaciones masivas en el interior del país.
A pesar de la caída en los cruces fronterizos (tendencia que comenzó a finales de 2024), Trump enfrenta un panorama dividido: un 54% de los votantes desaprueba su manejo migratorio, según datos recientes de Quinnipiac.
Un cambio de estilo: la urgencia del reloj
El formato del discurso reflejó la presión política que enfrenta el Partido Republicano de cara a las elecciones legislativas del próximo año. Trump, conocido por su estilo divagante o "tejido", se mostró esta vez rígidamente atado al teleprompter.
Fuentes cercanas a la Casa Blanca señalaron que el ritmo apresurado y la intensidad de su retórica respondieron a la necesidad de encajar el mensaje en el bloque televisivo asignado.
En varias ocasiones, el presidente pareció notar que se desviaba del guion e inmediatamente retomaba sus comentarios cronometrados, reflejando una clara conciencia de que cada segundo contaba para intentar revertir el escepticismo de los votantes.
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